En materia de sustentabilidad, existen varios factores que deben entrar en juego si queremos lograr un cambio verdadero que disminuya el impacto ambiental de la actividad humana, y en el mejor de los casos, que pueda revertirlo.
En anteriores números he hablado de las dos alternativas que tenemos para mejorar en este ámbito: el cambio de hábitos y la mejora tecnológica. Sin embargo, para que esto suceda existen dos opciones, siendo la primera la conciencia de cada individuo y empresa, y la segunda, una regulación que invite (u obligue) a cumplir con mínimos indispensables.
En los últimos años, el aprovechamiento de las energías renovables en sus diversas formas ha ido tomando lugar en prospectivas gubernamentales, leyes y reglamentos, tanto federales como estatales.
En el Estado de Guanajuato fue promulgada en noviembre de 2011, y reformada en 2013, la Ley para el Fomento del Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía y Sustentabilidad Energética para el Estado y los Municipios de Guanajuato, que marca como atribuciones de los municipios, el establecimiento de programas que promuevan el fomento a las fuentes renovables de energía.
Además de actividades de divulgación sobre su uso, implementación de mecanismos de su aprovechamiento, instrumentar programas encaminados a su aplicación, y simplificar procedimientos administrativos para la obtención de permisos y licencias para proyectos cuyo objetivo sea la generación de energía con las fuentes mencionadas.
En lo que respecta al Municipio de León, dentro de los documentos que norman el ejercicio de la construcción, el Código Reglamentario de Desarrollo Urbano para el Municipio de León estipula en su artículo 382: “La arquitectura ecológica deberá programarse, proyectarse, y ejecutarse, utilizando materiales reciclados y ecotecnias, a efecto de que la construcción sea sustentable para el hombre y el medio ambiente…”
Si se lee el documento con detenimiento, es evidente que el código referido carece de normativas claras e indicadores que se deban cumplir en materia de ahorro de energía y de aprovechamiento de energías renovables, por lo que es necesario establecerlos, junto con la metodología de cálculo respectiva.
Está en los ciudadanos impulsar una iniciativa para que la administración municipal que entrará en funciones este otoño genere un reglamento que establezca los criterios para el aprovechamiento sustentable de la energía en sus distintas modalidades, así como los requerimientos de calidad.