Durante estos meses, quedarnos en casa ha sido una medida internacional para cuidar de nuestra salud. Sin embargo, este drástico cambio en el estilo de vida ha generado otro tipo de alteraciones a la salud en gran parte de la población, tales como ansiedad, modificación de los patrones de sueño y cambios en la composición corporal, todo ello derivado de que la mayoría de las actividades que realizábamos fuera, ahora las tenemos que hacer desde casa.

Específicamente con la alimentación, muchos de nuestros hábitos se han modificado, pues el confinamiento nos ha hecho comer y hasta beber de más, con tal de mitigar la ansiedad.  Trabajar desde casa no debería ser una amenaza para tu salud, la clave está en la organización. A continuación te comparto 5 estrategias para un home office saludable:

1. Lleva una agenda. Si sigues una rutina te será más fácil cumplir con tus actividades laborales, domésticas, familiares y además cuidar tu alimentación. Establece un horario para despertarte y hacer todas tus comidas del día. Recuerda que si pasas mucho tiempo sin comer, te dará más hambre y terminarás comiendo cosas que no necesitas.

2. No tengas tentaciones a la mano. En la oficina es más fácil controlarte y comer únicamente los alimentos que llevas. Sin embargo, en casa es común comer por ansiedad o estrés, y si tienes a la mano dulces, frituras o galletas

2. No tengas tentaciones a la mano. En la oficina es más fácil controlarte y comer únicamente los alimentos que llevas. Sin embargo, en casa es común comer por ansiedad o estrés, y si tienes a la mano dulces, frituras o galletas no podrás aguantar la tentación. Los alimentos crujientes nos ayudan a calmar la ansiedad, así que puedes optar por jícamas, pepinos, zanahorias o hasta palomitas naturales.

3. Planifica tus compras. Se trata de salir lo menos posible, por lo que es mejor que planees y hagas una lista de todo lo necesario. Compra suficientes verduras y frutas frescas y congélalas para que te duren más tiempo, así si te da un ataque de hambre las tendrás a la mano para comer directamente o prepararte un smoothie.

4. Cocina tú mismo. Aunque la tecnología nos ha acercado la comida hasta las puertas de nuestra casa, puede que no sea la opción más saludable o

segura. Mejor ahora que dispones de más tiempo, aprovéchalo para aprender nuevas recetas saludables. Incluye más verduras en sopas, ensaladas y dale variedad a tu alimentación.

5. Sigue activo. No es necesario acudir a un gimnasio, puedes realizar rutinas en casa como brincar la cuerda, subir escaleras, o ejercicios con mancuernas y ligas. Esto te permitirá controlar mejor el apetito y además mantener tu condición física.

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