En el mundo de los deportes, los estadios fungen como el hogar de los equipos, generando un sentido de pertenencia en los fanáticos que acuden durante cada localía, a la que muchos consideran su segunda casa.

En una entrega anterior hablamos de Qatar y su copa del mundo futurista, así como la tecnología de la que han dispuesto. Los estadios que conocerás a continuación, están a la par o algunos pasos por delante de los que veremos en el país asiático el siguiente año.

AT&T Stadium

Dallas es una de las ciudades más modernas en los Estados Unidos y el AT&T Stadium, con un valor de 650 millones de dólares, cuenta con una pantalla gigante que rodea todo el inmueble, puertas de cristal que se abren y brindan una ventilación de primer nivel y un techo retráctil que demora 9 minutos en abrirse por completo.

Estadio Nacional de Singapur

Este país no brilla por sus logros deportivos, pero a falta de talento, billetes sobran y esto se ve reflejado en el Estadio Nacional de Singapur. Su capacidad es de 50 mil espectadores y su domo retráctil le permite aumentar 5 mil asientos, además cuenta con centro acuático, biblioteca, museo y por supuesto, centro comercial. Como podrás ver, aquí el futbol es lo de menos.

Sapporo Dome

La tecnología nipona siempre ha sido señalada por ir unos cuantos años por delante de muchas naciones y en los deportes no son la excepción. En el Sapporo Dome, inaugurado en 2001, da igual si es tarde de futbol o de béisbol, pues el campo se puede deslizar y adaptar para cualquier situación. Esta estructura ha recibido partidos de futbol, beisbol, rugby, así como eventos musicales y cuenta con capacidad para 42 mil 300 personas.

Los países mencionados no son potencias deportivas mundiales; en el caso de Dallas, pese a ser uno de los clubes más poderosos del mundo, no logran ganar el Super Bowl desde 1996. Estos escenarios que parecen teletransportados del futuro, no son hogar de los triunfos o momentos icónicos, pero qué más da, pues el simple espectáculo que brindan estas estructuras, hacen que el deporte quede en segundo plano.

 

 

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