El premio Pritzker es un reconocimiento anual otorgado por la Organización Hyatt, equivalente al Nobel, pero en la arquitectura. Su objetivo es reconocer a los arquitectos vivos que aporten nuevas formas para vivir, a través de un pensamiento divergente.
Eduardo Souto de Moura (2011). Arquitecto portugués de fusión de fuerzas contrapuestas, intimidad y espacio social. Etérea y pasional que se refleja en el Estadio Municipal de Braga.
Wang Shu (2012). Con una visión tradicional del legado cultural chino y progresista a la vez, como lo vemos reflejado en el Campus Xiangshan de Bellas Artes de Hangzhou.
Toyo Ito (2013). Con su Mediateca de Sendai logra una multiplicidad de espacios culturales versátiles por la diversidad flujos de circulación a través de estructuras tubulares.
Shigeru Ban (2014). Hace uso artístico y funcional del cartón reciclado como material de construcción, con gran eficiencia lo emplea para espacios de albergue en catástrofes naturales en el mundo.
Frei Otto (2015). Aunque no pudo recibir su premio, debido a su fallecimiento, aportó como inventor e investigador de las membranas estructurales, empleadas en el Estadio Olímpico de Múnich.
Alejandro Aravena (2016). Es el arquitecto de lo social, de la búsqueda por regresar a lo elemental en una vivienda popular y accesible.
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, (2017). Energía y continuidad, donde el exterior con el interior conforma una arquitectura de reflejos energéticos, como por ejemplo Le Cols Pavellons.
Balkrishna Doshi (2018). Arquitectura de trascendencia social y económica, ligando las técnicas constructivas artesanales con los procesos prefabricados, reflejado en sus casas Aranya.
Arata Isozaki (2019). Gana con su concepto ma, relación entre espacios intermedios, que detonan silencios, pausas, acentos; como lo vemos en la estructura inflable Ark Nova.
Yvonne Farrel y Shelley McNamara (2020). Su búsqueda continua del contexto y adecuar lo global en lo local, como en la Universidad de Toulouse en Francia.
Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal (2021). Desarrollan conceptos como adición, transformación, expansión y superposición en edificios a reciclar, recuperando la memoria de la humanidad.
El reconocimiento del Pritzker trae aportaciones a las ideas que centran en las vanguardias y tendencias arquitectónicas, cuyos valores soportados en la tradición innovan en nuevas formas de vida significativamente profundas para la humanidad, siempre llenas de belleza y justicia.
