Hace poco tuve la oportunidad de trabajar de cerca con un arquitecto, nunca lo había hecho antes. Acepté la oportunidad porque estaba convencida de que los datos que son mi pasión; cuando son bien analizados, valorados y utilizados sirven para generar resultados en cualquier rubro.

Gracias a esta oportunidad, puedo contar de forma cercana qué tanto le hace sentido una marca digital a un arquitecto en la actualidad. Sin generalizar, lo que fui aprendiendo de este rubro fue que los negocios se hacían y se hacen por confianza, referidos y gente cercana; es la forma más común que conocemos. Sin embargo, un 2020 el mundo digital pudo cambiar esta manera y abrir puertas a nuevas oportunidades.

¿Por donde comienzo? Se debe tener un enfoque estratégico, generando un plan con unos objetivos y resultados, esto es un trabajo donde se define el SER luego el HACER, entregar una propuesta de valor que le haga sentido a otros y les ayude con sus necesidades.

La arquitectura es la forma gráfica en la que se expresa lo que queremos, son espacios que transmiten emociones y nos hacen sentir felices; todos los detalles, colores, estructuras y formas se combinan para entregar proyectos que los clientes aman desde la idea hasta que se hacen realidad.

Para ello es importante definir algunos puntos clave como lo son: experiencia, propuesta de valor, clientes, casos de éxito, soluciones brindadas, segmento de clientes, cómo hablarles, ser empáticos y estar presentes con información de valor. Dado que no se tiene que estar en todas las redes y cada una tiene una voz y objetivo, recomiendo para este rubro: LinkedIn, Instagram y Pinterest, tres redes que combinan lo profesional y visual.

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