¿Será que realmente las apariencias engañan? La mayoría de las personas se preocupa porque su apariencia física sea adecuada y atractiva, y es común que le dediquemos recursos económicos y de tiempo a lograrlo.

Sin embargo, ser atractivos para los demás es una cuestión de percepción visual que se realiza en nuestro cerebro, y como nuestra mente tiene algunas deficiencias en cuanto a la forma en la que ve el mundo real, hay que saber que las personas no siempre nos “ven” como realmente somos.

Existe un sesgo cognitivo llamado efecto halo, propuesto por Edward Thorndike y que consiste en definir el conjunto de la imagen de una persona, basándose en uno de sus rasgos y es una generalización errónea a partir de una sola característica o cualidad de una persona.

Por ejemplo, si una persona es atractiva, entonces también es honesta, o bien, si es poco agraciada, es seguro que será poco amistosa, y aunque es un sinsentido, así funciona.

El efecto halo nos hace juzgar a las personas de una manera que confirme nuestra primera impresión o aquello que ya opinemos de ellas. Es como si la mente te indicara que ya conoces a esa persona y lo que pienses de ella te hará acercarte o alejarte de ella.

Al observar a las personas, este efecto nos hace evaluar a los demás en temas de cualidades, pero también en atributos físicos como la higiene personal, la imagen física o el olor personal.

En general, el efecto halo nos lleva a perder objetividad a la hora de entablar una definición de otra persona. Cuando decimos que si un hombre es guapo, seguro que es bondadoso, o que si una mujer es hermosa lo más probable es que sea simpática, es probable que esta percepción sea equivocada.

Esto nos hace pensar que si alguien es percibido como atractivo debido a sus rasgos físicos, también será percibido como inteligente o amistoso, por lo que el atractivo de una persona puede afectar a la percepción que tenemos de ella, exagerando en sus cualidades positivas.

Esto es increíblemente irracional e ilógico pero cierto, por ello cuida siempre tu imagen personal, pues si tienes una buena apariencia, según el efecto halo, entonces tendrás más éxito.

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