Conciencia, equilibrio y plenitud en la alimentación

La relación entre la comida y el mindfulness es fundamental para promover una alimentación consciente y equilibrada. El mindfulness, o atención plena, consiste en estar plenamente presente en el momento actual, observando sin juzgar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones.

Cuando lo aplicamos a la comida, implica prestar atención a cada bocado, saboreando los sabores, texturas y aromas, y reconociendo las señales de hambre y saciedad del cuerpo. Esta práctica ayuda a reducir el consumo impulsivo, la alimentación emocional y los hábitos poco saludables, fomentando una relación más respetuosa y consciente con la comida.

Además, promueve una mayor satisfacción con las comidas y puede contribuir al bienestar emocional y físico, ya que fomenta hábitos alimenticios más equilibrados y conscientes. Si no tienes una práctica de consciencia aún te recomendamos seguir estos sencillos pasos:

1. Escuchar a nuestro cuerpo. Presta atención a las señales de hambre y saciedad. Come cuando realmente tengas hambre y detente cuando estés satisfecho.
2. Conocer los alimentos. Infórmate sobre los nutrientes y beneficios de diferentes alimentos. Prioriza aquellos que aporten vitaminas, minerales, fibra y proteínas de buena calidad.
3. Consume comida viva. Prefiere frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, carnes magras y pescados, en lugar de alimentos procesados y con altos contenidos de azúcar, sal o grasas saturadas.
4. Practicar el mindfulness al comer. Come lentamente, saborea cada bocado y evita distracciones como la televisión o el celular. Esto ayuda a reconocer cuándo estás lleno y a disfrutar más la comida. Observa que tuvo que pasar para que ese alimento llegara a tu mesa o las manos que recorrió para estar ahí en tu plato.
5. Evaluar cómo te sientes después de comer. Observa si los alimentos te generan energía, bienestar y saciedad, o si te producen malestar, fatiga o pesadez.
6. Experimentar con diferentes opciones. Prueba nuevas recetas y alimentos para descubrir cuáles te sientan mejor y te aportan mayor beneficio.
7. Consultar a expertos. Si tienes dudas específicas sobre tu alimentación, acude a nutriólogo o trofólogo para recibir orientación personalizada.

Estos pasos te ayudarán a tomar decisiones alimenticias más conscientes y alineadas con las necesidades reales de tu cuerpo y bienestar. En esencia, el mindfulness aplicado en la comida es una herramienta poderosa para cultivar una relación más consciente, saludable y placentera con los alimentos.

 

Lee más contenido de nuestra colaboradora Maru Segovia