Este mes festejamos a nuestra mamá, por lo que en esta ocasión quisiera compartirte algo sobre la importancia de su rol y energía en nuestras vidas. Cada uno de nosotros jugamos distintos roles y esto es debido a nuestras 3 esferas de vida: personal, social y profesional, lo que nos implica tener una vida integral donde abarcamos actividades de las tres. Luego, queremos lograr la perfección en el cumplimiento de ellas y si no organizamos nuestro tiempo de manera adecuada, nos causamos mucho estrés.

Por lo tanto, es importante saber que nosotros al exigirnos ese 10 en cada cosa que hacemos, lo único que ganamos es no disfrutar el día y como dice la Dra. Marián Rojas Estapé, no se puede buscar la perfección en todos nuestros roles, ya que esto nos genera cortisol y nos hacemos daño. Aunado a ello, tergiversamos en los distintos momentos la energía más adecuada para poder hacerlo de manera más efectiva, ya que tenemos 2 tipos de energía: la femenina y la masculina.

Nuestra madre, ese gran pilar, en su momento también vivió situaciones similares de estrés, sin embargo, a través de sus vivencias, nos ha regalado algo invaluable que es su energía femenina, misma que nos permite vivir nuestra esfera social (nuestras relaciones importantes) y la personal (nuestra salud, intereses personales y espiritualidad) con mayor alegría y paz al utilizarla.

La energía masculina nos la aporta nuestro padre y es la que nos ayuda a tomar decisiones, planear, ser determinados y alcanzar resultados, mientras que la energía femenina que nos brindó nuestra madre, es la que nos permite fluir, disfrutar, conectar, ser empáticos, nutrir y aportar al otro.

Como se puede apreciar, ambas energías son importantes, sin embargo, debemos buscar el equilibrio para evitar que una mujer tenga más energía masculina o un hombre más energía femenina desequilibrándonos en nuestros resultados ya que necesitamos la energía masculina en el trabajo y la energía femenina en nuestras relaciones interpersonales y con nosotros mismos.

Como conclusión, te invito a reflexionar lo siguiente:

 ¿Cuál es tu energía predominante en este momento?
 ¿Cuál es la consecuencia de ello?
 ¿Necesitas el equilibrio de ambas aprendiendo a usar la más adecuada según el rol de cada momento?

Si nos hacemos conscientes de esto, utilizaremos la energía correcta en el momento correcto y viviremos disfrutando más cada día.

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