El síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica que se manifiesta con dolor y distensión abdominal, produciendo trastornos en el tránsito intestinal como diarrea, estreñimiento, o ambas cosas alternadas.

En México, entre el 15 y 40% de la población la ha padecido y padece, según la Organización Mundial de Gastroenterología, y el rango de edad en que puede presentarse va principalmente desde los 15 hasta los 65 años, pero quienes más padecen este síndrome están entre los 30 y 45 años.

La única forma de evitar recaídas en el paciente es con un cambio de estilo de vida general que incluye en gran medida a los hábitos de alimentación, así como tratamiento médico, psicológico, así como inicio o mejora en relación a actividad física.

Una vez que se es diagnosticado con este síndrome, para mejorar es muy recomendado, en cuanto a nutrición, realizar pequeñas comidas durante el día, comer despacio, consumir suficientes líquidos, preferir las preparaciones como hervido, asado, al vapor y evitando alimentos en preparaciones fritas o empanizadas.

Es necesario, además, el conocimiento de los alimentos que pueden desencadenar una crisis de los síntomas y cuales son bien tolerados por lo general. Dentro de esas listas se encuentran los siguientes tipos de alimentos:

Teniendo el conocimiento anterior es de gran utilidad llevar una organización en el consumo diario de alimentos, de tal manera que la mayor parte de los alimentos sean preparados en casa y además puede resultar muy útil llevar un diario de alimentos anotando cuales son aquellos que desencadenan malestar o intolerancia en particular, teniendo siempre presente que el tratamiento de dicho síndrome incluye varios rubros y todos se deben cumplir en la mayor medida posible para lograr un control.

Comparte: