Sin duda una alimentación correcta y hábitos saludables en todos los aspectos contribuyen de gran manera en el fortalecimiento de nuestras defensas y con ello en la prevención de diversas enfermedades.
Para fortalecer nuestro sistema inmune es sumamente importante consumir una dieta equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos:
Debemos tener presente que la base de la alimentación de los seres humanos son los hidratos de carbono que encontramos principalmente en los cereales, verduras, frutas, leguminosas.
Lo ideal es preferir carnes blancas y pescado, además algunos días podemos suplir la proteína animal por proteína vegetal que encontramos en leguminosas por ejemplo en las lentejas, frijoles, chícharos, entre otros.
En cuanto a las grasas, debemos enfocarnos en el consumo de grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate y frutos secos. Por otro lado, es importante incluir alimentos ricos en Omega 3 como son: salmón, trucha, sardinas, atún, aceite de soya, aceite de canola, nueces y semillas de linaza.
Entre otros alimentos que protegen nuestras defensas son aquellos que son fuente de antioxidantes, por ejemplo el té verde, jitomate, ajo, canela, frutos rojos, por mencionar algunos.
Los probióticos que encontramos principalmente en el yogurt y queso también ayudan al sistema inmune. Y es importante no olvidar el consumo adecuado y suficiente de frutas y verduras ya que son buena fuente vitaminas y minerales.
Entre los hábitos que debemos tener presentes para mantener fuerte nuestro sistema inmune es el dormir de 6 a 8 horas, así como realizar ejercicio cardiovascular mínimo cada tercer día durante 45 minutos. Esto es muy importante porque van relacionados con la liberación de hormonas como la serotonina, adrenalina, dopamina y otras hormonas conocidas como “hormonas de la felicidad” que solo se liberan al cubrir las horas y minutos de sueño y ejercicio ya mencionadas anteriormente.
