Cuando acudes a una tienda departamental o alguna boutique, te has preguntado: ¿por qué los maniquís están acomodados de cierta forma o qué tienen qué ver los diferentes elementos que en ocasiones están suspendidos en el aire?
Si les ponemos atención, nos damos cuenta de que nos están contando una historia, y esa historia es referente a la temporada en que visitamos la tienda. Por ejemplo, para cuando se dan las graduaciones, vemos cómo los maniquís portan vestidos y trajes que inmediatamente queremos probarnos y, si nos gusta cómo nos quedan, nos lo terminamos llevando. A eso se le conoce como visual merchandising.
El ver colocados los maniquís o quizá ver cierta distribución de artículos de una u otra manera, no es nada más porque sí, todo esto lleva un hilo conductor hecho de forma creativa, para llegar al storytelling o de cómo nos cuentan la historia.
Así pues, el visual merchandising es la estrategia de marketing de las grandes marcas para atraparnos con la vista y otros sentidos para convencernos de entrar a esa tienda y generar ventas. Como mencionaba, tiene que haber un hilo conductor o coherencia, desde lo que vemos en los escaparates o vitrinas con lo que hay en el interior.
Los grandes expertos van trabajando en estas ideas creativas con mucho tiempo de anticipación, para cuando estén a punto de llegar ciertas fechas especiales, vayas con cierto tiempo y te inviten a comprar ese jersey de tu equipo favorito y lo uses en el mundial de futbol.
Los encargados siguen la tendencia en moda, pero siempre proponiendo un concepto diferente e innovador. Para llegar a ello, se hace uso de las prendas de temporada, pero también de muebles y utensilios para lograr una escenografía espectacular, diferentes formas de maniquís y un sinfín de elementos que no pudiéramos imaginar.
Las grandes marcas de lujo en el mundo de la moda se han caracterizado en siempre “tirar la casa por la ventana”, no miden en presupuesto para brindar una experiencia única y sensorial, así lo han podido apreciar aquellos que han caminado por la Quinta Avenida en Nueva York o Les Champs-Élysées en París.
