Frente a la actual batalla que libramos para alcanzar el éxito, tener tiempo, ser los mejores, y en el intento, además de todo, sonreír, muchos nos hemos preguntado por ese neurotransmisor estrella que nos da felicidad: la dopamina.

Mucho se ha estudiado sobre esta molécula capaz de controlar el movimiento, la memoria, la motilidad gastrointestinal, la presión arterial, e incluso el aprendizaje. Sin embargo, poco se ha dicho del impacto que tiene sobre la personalidad, las adicciones, la obesidad, la toma de decisiones e incluso las enfermedades mentales. Y es que su acción depende de dónde, cuándo, cómo y en qué cantidad se produce.

En la actualidad, el pasar de una historia a otra en una red social genera secreción de dopamina, y con ello una adhesión a estas micro dosis de placer inmediato. Pero, ¿qué sucede cuando nuestros receptores se acostumbran y necesitan más y más, para alcanzar el mismo grado de placer? Este es, precisamente, el principio básico de las adicciones.

No todos sentimos el mismo placer, porque esto depende de nuestros receptores de dopamina. Tan es así, que una persona con pocos receptores requerirá más dosis de chocolate para alcanzar los mismos niveles de placer.    

La dopamina también tiene función motivacional. No solo nos recompensa cuando realizamos una actividad placentera, sino que también se libera mucho antes de realizar una acción. De esta manera, consigue motivarnos a buscar situaciones o actividades agradables, evitando las negativas.

Pero no todo son alegrías. La dopamina también está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas. Cuando tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. En caso de que la dopamina disminuya, aparecen el trastorno depresivo mayor, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1.

Así que dejaré por aquí algunos consejos para que la dopamina se abstenga de ser una moda, y se convierta en nuestra aliada:

  • Evita el azúcar y el café
  • Traza objetivos y cúmplelos
  • Coopera, no compitas
  • Establece rutinas
  • Utiliza la musicoterapia
  • Practica meditación
  • Practica la gratitud
  • Cultiva tu curiosidad
  • Disfruta de los pequeños placeres de la vida
  • Enamórate siempre que puedas
  • Mantén tus niveles de estrés a raya
  • Deja que la vida te sorprenda
  • Duerme bien

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