En la industria de alimentos y bebidas, cada vez estamos más preocupados por la seguridad e integridad de nuestros comensales, clientes y amigos, no solo en el momento en el que pueden estar en los restaurantes, sino también terminando su estancia.

Es por ello que, en conjunto con las autoridades municipales y estatales, hemos diseñado una serie de acciones para precisamente impulsar nuestra parte de empresa socialmente responsable.

Una acción es la instalación de alcoholímetros dentro de los mismos restaurantes, un artefacto en donde el mismo comensal podrá tener la posibilidad de saber qué grados de alcohol tiene en la sangre.

Además, podrá tomar una decisión tan importante como el poder conducir o en su defecto tomar un taxi, solicitar servicio en algunas plataformas de movilidad existentes o llamar a algún familiar para llegar sano y salvo a su hogar y de esa manera poder evitar accidentes.

La manera de funcionar es muy sencilla: los alcoholímetros se colocarán justo en las salidas de los restaurantes y el proceso es completamente voluntario a conciencia de cada comensal y no obligatorio. Al igual que un alcoholímetro convencional, se contará con popotes para poder soplar y saber si el nivel de alcohol en la sangre es aceptable o no.

Actualmente ya se encuentra una prueba piloto en dos restaurantes de la ciudad ambos de especialidades de cortes de carne, justo en la Calzada de los Héroes y en un centro comercial del norte de la ciudad.

La prueba comenzó a operar a inicios del mes de julio y según los resultados obtenidos se evaluará el poder colocar este tipo de artefactos en la mayoría de los restaurantes, bares, cantinas y antros de la ciudad.

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