La creencia es una verdad muy subjetiva, una convicción, algo que el sujeto considera cierto. Es por eso que están basadas en una realidad que cada quien construye con el paso del tiempo y que no siempre refleja lo que verdaderamente necesitamos.

Tenemos creencias de absolutamente todo: nuestro cuerpo, nuestra visión del mundo, nuestros pensamientos, nuestras amistades, la forma como hacemos las cosas, lo que recibimos y tenemos, lo que no, es decir, todo es una creencia que delimita nuestro pensar. La mayoría de ellas nos “limita” a decidir de acuerdo a parámetros familiares o de nuestros propios círculos a actuar o tomar decisiones.

En este artículo hacemos referencia a esas creencias, ya que muchas veces, “por una creencia”, pensamos que las casas son mejores a los departamentos y no siempre es así. Te planteamos una comparativa interesante que tal vez haga que modifiques tus creencias un poco.

Ventajas al elegir una casa
Las casas son mejores para familias con niños por su tamaño y espacios al aire libre totalmente privados. La libertad que sientes en una casa no la tendrás en un departamento, porque podrás salir y entrar sin tener que cruzarte con nadie, ni esperar interminables ascensores. Además, el costo por metro cuadrado suele tener variantes de acuerdo a la plusvalía del terreno.

Ventajas al elegir un departamento
Un departamento puede ser mejor para parejas jóvenes, estudiantes, solteros, personas mayores, y todo aquel que lleva una vida ocupada y prefiere tener seguridad y confort en un mismo espacio, con buena ubicación. En general, un departamento es más económico y más nuevo que una casa. Además, es una buena inversión porque los departamentos son muy elegidos para rentar o por inversión.

Las similitudes entre ambos es que los dos van a costarte mucho dinero, pero serán capaces de convertirse en tu hogar. En los dos podrás elegir la cantidad de ambientes que deseas, la ubicación y todos los detalles que estás buscando. En fin, la decisión es muy personal, solo es cuestión de ver qué es lo que mejor va contigo, no es que uno sea mejor que el otro.

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