Lograr una gastronomía llena de color va de la mano con los ingredientes que usamos en cada uno de nuestros platillos, por lo que en este artículo estaremos hablado de ingredientes claves para lograr esta riqueza de color y sabor.
Para obtener un color rojo vibrante, existen varios ingredientes; en su versión salada como el tomate o el chile seco, los cuales son empleados para dar un mejor sabor a los platillos, en el caso de los chiles el guajillo puede ser utilizado para dar color y a la vez ser sutil. Por su parte en la versión dulce, se pueden emplear granada, fresa o grosella para cocinar deliciosos postres y obtener un rojo vibrante intenso.
En el caso del color amarillo, los mangos son una excelente opción para versiones dulces o agridulces, mientras que la yema de huevo se puede emplear incluso para repostería, por otro lado, los pétalos de la flor de cempasúchil son comestibles y pueden dar un toque de delicadeza a nuestros platillos.
Otro de los colores más recurrentes que encontramos en la cocina es el verde, y lo podemos encontrar, por ejemplo, en el matcha de presentación en polvo, lo cual lo hace muy práctico para utilizar en diferentes propuestas.
El arándano azul o mora azul puede ser empleado para dar precisamente esta tonalidad a salsas y bebidas, y como es muy intenso su color, se puede mezclar con una base blanca para dar una tonalidad más fina.
Para un rosa fucsia podemos preparar una de las bebidas más refrescantes de la temporada: el agua de flor de bugambilia, la cual además de ser deliciosa es muy agradable a la vista por su color.
Como pueden ver, los colores siempre están presentes en la comida, teniendo la posibilidad de crear deliciosos y divertidos platillos sin sacrificar sabores, además de contar con los importantes beneficios que trae a nuestra salud.