El metabolismo está ligado al funcionamiento y liberación de diversas hormonas que segregan algunos órganos; por otro lado el metabolismo también está directamente relacionado con la cantidad de kcal que consumimos y otros factores más como: ritmo de actividad física (puede ser leve, moderada o intensa), sexo, edad, alguna situación de estrés o situación particular como embarazo, lactancia o alguna enfermedad en específico.
Es muy común escuchar que alguien tiene o considera tener metabolismo lento, la realidad es que si bien en el metabolismo influye el factor hereditario, lo podemos modificar con la frecuencia e intensidad de actividad física y cambios en la composición corporal.
Cuando una persona se somete a un plan de alimentación para modificar su composición corporal y después de determinado tiempo no logra cambios debe descartarse que exista algún problema hormonal, esto a través de estudios de laboratorio y preguntas clínicas.
Debemos darle la importancia que tienen las hormonas en el metabolismo y si sospechamos de alguna falla en nuestro cuerpo comprobarlo con la asesoría de un especialista en el tema.
Para que no haya aumento o disminución en las hormonas mencionadas y con ello exista un buen funcionamiento del organismo, las recomendaciones generales de alimentación y hábitos generales son:
- Llevar una dieta que contenga carbohidratos, grasas y proteínas.
- Evitar el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos simples como las harinas.
- Limitar el consumo de bebidas estimulantes como el café.
- Ubicar y controlar/reducir las situaciones de estrés.
- Realizar ejercicio constante y variado, incluyendo aeróbico idealmente cada tercer día.
- Dormir mínimo 6 horas por día, idealmente de 7 a 8 horas/día.
Las funciones que realiza diariamente nuestro cuerpo (órganos y hormonas) para tener un control en el metabolismo es sumamente importante y siempre podremos ayudarlo tomando las mejores decisiones en nuestros hábitos de sueño, ejercicio y alimentación la mayor parte del tiempo.