La relación que llevemos con la comida siempre marcará una pauta en nuestra calidad de vida. Tanto la desnutrición como el sobrepeso/obesidad son enfermedades y se deben tratar como tal para recibir un tratamiento en el menor plazo posible. 

En nuestro país existe un fuerte problema en relación con las cifras de sobrepeso y obesidad, de ahí la importancia que debemos darle tanto el sector salud como toda la población en general. Existen numerosos estudios que demuestran la relación entre la dieta y el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas (cardiovasculares, obesidad, diabetes mellitus, etc). 

Nosotros como mexicanos tenemos cierto riesgo de padecer diabetes tipo 2, y si a eso le sumamos el padecer sobrepeso u obesidad, no realizar actividad física o tener algún familiar directo con dicho padecimiento el riesgo es sumamente alto. Lo interesante de esto es que está comprobado que lo que más peso tiene es lo que nosotros podemos modificar: la parte de alimentación y actividad física.

La dieta conocida como mediterránea es una de las que más se asemejan al objetivo de cumplir una dieta equilibrada. Esta incluye cereales, frutas, verduras, hortalizas, aceite de oliva, pescado y el consumo moderado de carnes rojas y grasas de origen animal.

Estas son algunas de las principales recomendaciones para seguir una dieta saludable:

  • Evitar/limitar el consumo de alimentos fritos o empanizados.
  • Evitar/limitar galletas cremosas y panes dulces.
  • Preferir el consumo de cereales integrales, por ejemplo arroz y panes de granos enteros y por otro lado limitar o reducir el consumo de pastas.
  • Comer más frutas y verduras. Llegar a cubrir como ejemplo 2 frutas y 3 verduras por día.
  • Reducir el consumo de sal, en general de productos procesados y enlatados.
  • Preferir siempre los alimentos naturales.
  • Variar el tipo de desayuno, comidas y cenas durante toda la semana. Otro buen tip para que nuestra dieta sea variada es elegir frutas y verduras de temporada.
  • Iniciar o aumentar, de ser necesario, una rutina de actividad física que te guste y facilite.
  • Consumir mínimo litro y medio de agua natural por día y tener especial cuidado en la elección de cualquier otra bebida, limitando el consumo de refrescos de cualquier tipo, jugos y bebidas endulzadas en general.

Todo lo mencionado anteriormente debe respetarse de un 85 a 90% del tiempo. Con esto quiero decir que siempre estará permitido salirnos de nuestra rutina de cuidado y regresar nuevamente a lo habitual que sabemos que es saludable.

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