Guillermo Lara es un hombre con grandes valores inculcados por sus padres que lo involucraron desde pequeño en el negocio familiar, lugar donde pudo obtener las bases firmes que le permitieron fundar su propia empresa, Calzado Armada, que hoy por hoy y después de 12 años de iniciar operaciones, está posicionada como una de las mejores en el rubro del calzado de seguridad a nivel nacional.

Hombre de familia, motivador, innovador, optimista y apasionado de los retos, detrás de su historia de éxito, hay un trabajo constante y una visión para los negocios. Tuvimos la oportunidad de platicar con Guillermo para conocer más de él y el gran éxito que ha tenido con Calzado Armada, una idea que nació como un sueño y ahora es una gran realidad.

En entrevista, compartió que mientras su padre fue pieza clave en los conocimientos y experiencia que adquirió en el negocio familiar, tiempo después pudo continuar su camino como emprendedor, y en sus palabras no fue fácil, pues siempre fue sabiendo que hay situaciones en las que hay que aprender, caer y saberse levantar para mejorar.

La inspiración por involucrarse en la industria del calzado viene de generaciones atrás, pues su abuelo, don Ramón Torres Solano, fue pionero en nuestra ciudad, incluso, llegó a presidir la Cámara de la Industria del Calzado, así que no es de sorprenderse que tanto su padre como él, hayan decidido trabajar en el ramo que ha ubicado a León, Guanajuato, como la Capital Mundial del Calzado.

VISIÓN PARA LOS NEGOCIOS

Guillermo comparte que desde los 15 años que inició en el negocio familiar, soñó con tener un día su propia empresa. Y es que siempre le han gustado los retos, por lo que tuvo la oportunidad de conocer cada una de las áreas que conformaba la empresa de su padre, apasionándose, principalmente por las ventas. Y es que él se considera como un vendedor nato desde que era apenas un niño, como cuando puso una tiendita de dulces en casa de sus abuelos.

Su pasión son las ventas enfocadas a la calidad en el servicio con el objetivo de seguir renovando la industria. En la empresa de su padre, fue vendedor de calzado de seguridad y viajaba cada 15 días a la Ciudad de México y Puebla, donde visitaba a clientes y vendía en los tianguis. Además, los fines de semana vendía en una pequeña zapatería en la Zona Piel en León.

“Mi papá fue un gran ejemplo, pues me inculcó la cultura del trabajo”

Cuando se independizó Guillermo, como todo emprendedor, sintió las inseguridades naturales, pero también tenía claro que llevaría a Calzado Armada a ser líder en el sector. Pero el camino no sería fácil, ya que vivió obstáculos financieros, carencias, sacrificios personales y familiares, además de enfrentarse a marcas reconocidas como competencia. Aun así, se empeñó en revolucionar el sector con una propuesta innovadora y diferente que rompiera paradigmas en la industria del calzado de seguridad. Y lo ha logrado con creces. Al haber sido vendedor de este tipo de calzado, pudo conocer las necesidades del mercado, lo que fue una gran ventaja. Cabe resaltar que Ivette, su esposa, ha sido parte crucial de este proyecto, ya que le brindó la confianza, el apoyo total y el impulso para aprovechar sus conocimientos para materializar el sueño de crear su propia empresa de calzado de seguridad.

INNOVACIÓN QUE MARCA LA DIFERENCIA

Con la visión de ser la empresa líder en el sector en México y el objetivo de exportar a nuevos mercados, Guillermo, a través de Calzado Armada ha trabajado para cubrir los estándares de calidad específicos que solicitan sus clientes, brindando un alto nivel de servicio con un producto innovador, cómodo y atractivo. Sin duda, el valor agregado de Calzado Armada ha sido la apuesta por la innovación, por lo que se ha invertido en el cambio tecnológico de la inyección directa al corte con máquinas alemanas y modernizar los procesos en una planta 100% sustentable. El implementar la tecnología de inyección directa al corte, le ha permitido a la marca crecer y alcanzar un crecimiento de un casi 70% de la producción total de la fábrica, y con la preferencia de sus clientes están evolucionando la industria.

Asimismo, la constante capacitación de sus colaboradores ha sido uno de los principales factores para que Calzado Armada esté ubicada en el Top 5 nacional en calzado de seguridad. Es así, que Guillermo ha puesto especial cuidado en estar cerca de sus colaboradores, escucharlos y estar atento a sus necesidades, algo que le hubiera gustado tener cuando trabajaba como colaborador. Esta experiencia le hizo ser empático y ahora lo proyecta con su equipo de trabajo, conformado por mujeres en su 65%, dignas representantes de la mujer mexicana trabajadora y luchona que lo da todo cada día por ellas y sus familias.

Finalmente, y no menos importante, el tener alianzas con los mejores proveedores le brindan el respaldo que él ofrece a sus clientes, garantizando que cada uno de sus productos cuentan con una excelente calidad. Actualmente, la marca ofrece calzado de seguridad fabricado en piel y desarrollado con tecnología alemana, cubriendo las necesidades de diferentes industrias. Además, garantizan una entrega con plazo de hasta 72 horas en servicio express con un stock de 50 estilos. Calzado Armada, sin duda, seguirá sorprendiendo a sus clientes con propuestas que estén hechas a la medida de sus necesidades, pues Guillermo desea seguir creciendo no solo en México, sino poner en alto el nombre de nuestro país a través de nuevos diseños, productos y una gran calidad en su mano de obra.

“Sabía que debía empezar desde cero, tocar puertas y que los clientes creyeran en mi proyecto”

LA FAMILIA: MOTOR INVALUABLE

Como hijo y hermano, Guillermo agradece el haber sido educado con el ejemplo de que hay que trabajar duro para lograr las metas, sacrificando muchas cosas y tomando responsabilidad de cada una de las decisiones que se toman a diario.

El director general de Calzado Armada es ejemplo de resiliencia, fe y lucha por cumplir sus sueños, además, reconoce a la gran mujer que desde un principio soñó con él y nunca dudó del proyecto: Ivette, su esposa, una mujer de una sola pieza que lo ha acompañado en los momentos más difíciles y apoyado en sus decisiones. Por otra parte, sus pequeños hijos son el motor de su vida, los que me hacen levantarme cuando algo no sale bien y a quienes también quiero enseñar que el trabajo honesto es el mejor camino para triunfar y dejar huella.

Y aunque Guillermo no es de aquellos que cuenten sus planes a futuro, lo cierto es que se encuentra comprometido para ahora apostarle a la diversificación en sus productos, para continuar atendiendo las necesidades de las distintas industrias que conforman la economía de nuestro país, así como seguir exportando a más países, porque Calzado Armada ha llegado a países de Centroamérica como: Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras.

“El esfuerzo de todos los colaboradores que forman parte de Calzado Armada ha ayudado a lograr los objetivos”

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