Cada uno viene a esta tierra con talentos naturales. A cada persona se le ha dado un don con un motivo para usarlo y compartirlo con el resto de los individuos, pero, ¿qué es un don?

Tu don y la felicidad son la misma cosa. Ken Robinson en su libro “El elemento”, habla de encontrar ese espacio donde confluyen las cosas que te encanta hacer y las que se te dan bien. El elemento es el punto de encuentro entre tus aptitudes naturales y tus inclinaciones personales. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que, para descubrir tu talento, tienes que conocer cuál es tu pasión.

En la actualidad, estudios recientes demuestran que en México el 60% de las personas no están a gusto con su trabajo y no creen que están utilizando su potencial en algo que valga la pena o que sea trascendente porque lo consideran una actividad más carente de significado.  

Aquí en donde presentamos el modelo IKIGAI, proveniente de la cultura japonesa que nos muestra una clara idea de que el ser humano puede encontrar ese motivo o razón de vida. 

El ikigai se encuentra en el punto exacto donde confluyen estos aspectos de tu vida y se mantienen en equilibrio. Y, ¿cómo lo lograrás? Enfocándote en tus dones.

Aquí mencionamos algunas estrategias para descubrir tu potencial: 

  1. Pide a otras personas que te describan en 4 palabras: no quiere decir que esto de llegue a definir, pero es una manera de espejear cualidades que tal vez no reconoces en ti mismo.
  2. Busca tus dones en la adversidad: las situaciones adversas nos hacen confrontarnos y sacar una personalidad o herramientas que no creíamos que teníamos. Lejos de fundirte en la pena de lo que te esté pasando, abre la lupa para identificarlas y usarlas a futuro.
  3. No tengas miedo de probar cosas nuevas: si te sientes ciclado tanto en el aspecto personal como profesional, no expandirás tus horizontes. Así que busca un nuevo hobby, haz nuevas amistades y sal de la rutina.
  4. Piensa en las personas a las que admiras: identifica las cualidades que te gustan de esa persona y ve cómo las utiliza, eso te puede ayudar a identificar las propias y usarlas para tu beneficio y el de los demás.

Para concluir, te dejo algunas de las preguntas poderosas que puedes hacerte para un mejor autoconocimiento.

  • ¿Qué disfrutas realmente?
  • ¿En qué actividades pierdes la noción del tiempo?
  • ¿De qué temas hablas?
  • ¿Cuál es aquello en tu vida sin lo cual no podrías vivir?
  • ¿Qué necesitas hacer para sentirte conectado con tu yo auténtico?
  • ¿Qué es lo que has hecho siempre sin darte cuenta?
  • ¿En qué cosas recibes reconocimiento de los demás?

 

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