Del estrés al equilibrio: el bienestar físico y mental

Comienza el día… tu hija no se apura a estar lista para llevarla a la escuela y el tráfico está impresionante; llegas a tu trabajo y encuentras a tu equipo estresado porque hay un retraso con un cliente, te desconcentras y no sabes qué atender primero…

¿Cuántas veces te han pasado situaciones donde tienes la presión al tope y no sabes cómo regresar al equilibrio? Incluso cometes errores y olvidas pendientes; y todo esto está afectando tu cuerpo, pero, ¿dónde está el problema realmente? En tu mente.

Y es cuando el cortisol – la hormona del estrés – que liberamos hace de las suyas y nos pone en modo supervivencia impidiéndonos pensar con claridad y afectándonos físicamente. Por ello, es importante aplicar estrategias que nos permitan regresar a nuestra estabilidad tanto físico como mental.

Un adulto duerme en promedio siete horas, por lo tanto, está despierto mil 20 minutos al día, mismos que se pueden optimizar si tenemos una agenda que seguir para gestionar bien nuestro tiempo. Claro, siempre y cuando las actividades que tengamos en ella estén alineadas al logro de nuestras metas y mantengan una armonía entre nuestras tres esferas de vida: personal, social y profesional. Este es el primer paso para prevenir el agobio diario.

Además, te comparto otras estrategias que puedes utilizar:

1. Identifica tus factores de estrés. Mantente atento a situaciones que te generan ansiedad y define cuáles son provocadas por ti para corregir las causas y los que son por factores externos, a fin de encontrar soluciones para minimizar las consecuencias.

2. Reconoce qué reacciones tienes por tu personalidad. Si eres tímido, te bloqueas; si eres sensible, tendrás cambios emocionales constantes; si eres obsesivo, sobrepiensas; si eres perfeccionista, nada parece satisfactorio y si eres impulsivo, puedes llegar a ser agresivo.

3. Recurre a herramientas para regresar a tu equilibrio. Haz de 5 a 10 minutos diarios de meditación si te es posible, ya que esto calmará tu mente y la acostumbrará con el tiempo a no sobrepensar. Además, puedes utilizar técnicas de mindfulness para mantener una atención plena en el presente.

Sabemos que el cambio es la única constante y además que sobrevive el que se adapta más rápido al mismo

Recuperar la calma mental es necesaria para vivir con bienestar en los distintos ámbitos que se ven afectados por el estrés. Es verdad que cada día nos trae nuevos retos que ponen a prueba nuestra mente y cuerpo, sin embargo, reconociendo las fuentes de nuestra preocupación, podremos generar nuevos hábitos que nos permitan responder con claridad, energía y propósito.

Lee más contenido de nuestra colaboradora Vanessa Gómez