La disciplina como puente para alcanzar lo que queremos. 

A principios de cada año, la mayoría de las personas tienden a plantearse metas, sin embargo, pocos las logran, por ello, a través de estas líneas te quiero compartir la diferencia entre propósito de vida y metas, así como la clave para poder alcanzarlas.

Tu propósito le da sentido a tu vida, te hace sentir paz y felicidad que no dependen de estímulos externos, toma en cuenta nuestros talentos y habilidades y nos dice cómo podemos aprovecharlos para contribuir a mejorar a quienes nos rodean y a la sociedad en general.

Por otro lado, las metas elevan nuestra motivación, pero solo momentáneamente. Eso sucede justo cuando las alcanzamos, pero el camino para lograrlas, en ocasiones puede ser desgastante si no está relacionado con nuestro propósito de vida.

Tener metas irrealistas es cansado.

Te recomiendo entonces que cuando plantees tus metas, te asegures que el camino para alcanzarlas sea atractivo, para que tu voluntad y disciplina te ayuden a llegar a ellas, ya que la vida te sucede mientras estás en el proceso y no cuando ya las has logrado, así que, si no te gusta el camino, estarás desperdiciando tu vida sin disfrutarla.

Otra consideración que debes tomar en cuenta es que en las metas nunca fracasamos porque siempre están ahí. El fracaso ocurre, en ocasiones, en la estrategia o plan que elegiste para alcanzarlas, esto es muy reconfortante saberlo y eleva nuestra resiliencia para volver a intentarlo.

La voluntad que necesitamos para mantenernos en el proceso, es como un músculo que se cansa y disminuye durante el día, por lo que tenemos que establecer formas de cumplir, a veces ayudados por otras personas, para que cuando la voluntad disminuya, la disciplina nos salve. De hecho, hay una frase que dice que la inteligencia no es la que nos hace exitosos, sino la disciplina.

Mis recomendaciones para cuando te plantees tus metas son:

 

  • Considerar una meta para cada área de tu vida (personal, familiar, social, profesional, financiera, etc.) para lograr tener una vida integral.
  • Elaborar un plan de acción para cada una de ellas con fechas y pasar las actividades a tu agenda.
  • Cumplir cada actividad el día que la asignaste con disciplina.
Ten un propósito de vida sólido y metas realistas.