La pandemia, el tema que vivimos y sentimos todos los días, y del cual ya estamos cansados… Pero, ¿cuál es el sentir de la gente? Las palabras importan, veamos por qué.

Me di a la tarea de lanzar una encuesta en mis redes con 2 cuestiones: ¿qué cosas buenas y no tan buenas han resultado de este evento? Y aunque no fueron sorpresivas, las respuestas sí arrojan algunas conclusiones para la reflexión.

Del total de respuestas positivas obtuve 9 diferentes, destacando 2 con más de dos tercios del total: “Más tiempo con la familia” con el 38% y “Reinventarse – salir del círculo de confort” con el 32%. Mientras que del lado no tan bueno, recibí 12 diferentes siendo 2 las más recurrentes: “Pérdida económica – trabajo” con el 26% y “Ansiedad por contagiarse – contagiar con el 20%”.

 

 

Creo que no es nada diferente de lo que la mayoría esperaba. Pero después de analizar las contribuciones y la forma en la que se escribieron, detecto una transformación en el sentir de las personas hacia su entorno. Lo que significa vivir una vida plena. De hecho, muchos consideraron que la palabra indispensable tomó un nuevo significado en su vida.

Viviendo un nuevo despertar

 

Estamos viviendo tiempos atípicos y la gente está comenzando a despertar hacia un nuevo sentimiento de espiritualidad y conexión que nunca habíamos tenido. Ahora que la economía está destruida, la esencia humana no desea desperdiciar la oportunidad de convertir esta nueva realidad en el punto de partida para un crecimiento y fortalecimiento del alma.

Las relaciones humanas cobran más sentido ahora que se imponen restricciones para estar cerca, el concepto de dinero cambió para ponerlo como una herramienta y no como un fin. Contar con un día más de vida nos otorga la oportunidad para reconstruirnos y renacer con una mejor conciencia personal y de grupo.

Los que lograron capitalizar esta situación encontraron formas para desarrollar nuevas habilidades, cambiaron a un mejor trabajo, iniciaron un nuevo negocio o simplemente disfrutaron más del tiempo con los suyos. En estos casos el común denominador fue la forma en la que entendieron lo que pasaba y lo tomaron como el pretexto que no habían tenido para dar el paso decisivo en sus vidas.

Tus palabras, tu destino

Por eso las palabras importan, como dijo Wayne Dyer, “Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”. Es tu opción decidir cómo deseas vivir tu nueva vida, pero te aseguro que cuando decides combinar tus pensamientos, palabras y acciones para dejar de verte como la víctima, podrás mover montañas y te convertirás en el dueño de tu destino.

 

 

Así que si quieres saber cómo te irá en el futuro sólo tienes que poner atención en las cosas que dices, porque ellas reflejan lo que piensas y como dijo Ghandi, al final eso se convertirá en tu destino.

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