El mundo nos esta gritando, quizá estamos escuchando más fuerte el grito de las pandemias, pero ahora que ese grito te hizo detenerte, frenar el acelerado motor de tus compromisos y de la falta de tiempo para observar, para cuestionarte, para conectarte realmente contigo y con tu comunidad, fuera de las redes sociales, quizá puedas detenerte y escuchar ese otro grito silencioso que no lleva unos meses, sino que ha sido un murmullo desconsolado, que viene sonando desde hace años y que ya se ha vuelto tan constante que no le ponemos atención, solo vemos su efecto: la destrucción del tejido social.

La destrucción del tejido social implica la falta de los vínculos, la identidad y los acuerdos que nos permitían crecer en comunidad, sentirnos unidos, respetarnos y defendernos ante las adversidades externas, llámense pandemias, crisis o invasiones.

Y, ¿qué pueden hacer las empresas, los negocios, los emprendedores? Comparto algunas ideas y me encantaría que me compartieran las suyas:

  • No basta con “dar trabajo”, revisa que tus condiciones laborales ayuden a cubrir las necesidades de subsistencia y bienestar social de tus colaboradores directos.
  • Detona tiempos y espacios para que tus colaboradores puedan dedicar tiempo para la convivencia con su familia.
  • Genera alianzas con tus proveedores y clientes, si uno solo puede cambiar su entorno imagínate el impacto de 3 o 10 o 100 empresas unidas.
  • Combate el individualismo, durante la Revolución Industrial se detonó la competencia individual, sin embargo, la tendencia es reconstruir el trabajo en equipo. El crecimiento del otro fortalece el crecimiento del equipo, el reconocimiento del equipo fortalece el sentido de integración y comunidad. Para eso hay muchas herramientas como el team coaching, team building, coaching de líderes y sus equipos.
  • ¿Qué estas aportando como empresa a la comunidad? En mi ciudad hay una empresa que además de su éxito económico, se convirtió en un ejemplo por su impacto en la comunidad, estableciendo espacios de esparcimiento físico y cultural, apoyando proyectos de prevención de adicciones, etc. ¿Tú que puedes aportar desde tu trinchera? Empezando con tus colaboradores y sus familias, con el vecindario donde estás ubicado.
  • Conciencia colectiva, hoy sabemos el impacto del aislamiento, no solo en lo económico, sino también en lo emocional, psicológico y físico. Somos seres sociales, todos necesitamos de todos, así como necesitamos de la naturaleza, ¿qué acciones vas a tomar?

Comparte tus ideas conmigo, trabajemos por reconstruir desde nuestra trinchera el tejido social. Si quieres saber mas sobre este tema les recomiendo el libro “Reconstrucción del tejido social: una apuesta por la paz” de  CIAS por la Paz.

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