Detente: tómate un respiro para volver a ti

Llevas días enfrentándote a los mismos problemas en el negocio, una y otra vez. Detente.

Las noticias —en redes, en la radio, en la televisión— solo aumentan el ruido en tu mente.

Detente.

El bullicio cotidiano, las redes sociales, las reuniones y los compromisos aturden tus pensamientos e impiden que pienses con claridad. Detente. Las noches se vuelven un tsunami de ideas que no te dejan descansar.

Detente.

El ritmo de la vida, de los negocios, de los compromisos y de las exigencias que la actualidad impone sobre empresarios, profesionistas, estudiantes, madres de familia y emprendedoras, se convierte en una bomba de tiempo para nuestra mente y nuestro cuerpo.

Y creemos que llegar al domingo y tirarnos en la cama a ver series es detenernos y recargar energía. Pero no; solo silenciamos la mente, sin darle el descanso que realmente necesita. Tampoco unas vacaciones improvisadas, que al final te dejan con ganas de tomar otra semana para descansar de las vacaciones, resuelven el problema.

Creemos que llegar al domingo y tirarnos en la cama a ver series es detenernos y recargar energía, pero no.

Detente. Vivir bajo presión, con el cansancio acumulado, provoca decisiones apresuradas, pensamientos nublados y proyectos mal ejecutados. Estar agotado impide ver con claridad el camino correcto.

Detenerse no significa solo “descansar” los domingos, hacer veinte minutos de ejercicio dos o tres veces por semana “porque no hay tiempo”, o adormecer la mente frente a una pantalla hasta la madrugada para no pensar en los problemas que te taladran la cabeza.

Detente.

Desconéctate por completo. Elige un día, apaga el celular, aléjate de las noticias y de las redes sociales.
No te encierres. Sal y muévete. Busca un espacio donde tu cuerpo y tu mente puedan reconectarse. La naturaleza siempre es buena opción: un parque, una caminata o incluso tu propio jardín.
Evita alimentos y bebidas que nublen tu mente. Queremos detenernos, no atontarnos, así que bebe agua y come ligero.
Busca el silencio. Ese espacio donde el ruido exterior desaparece y puedes escuchar tus pensamientos sin miedo.
Conecta todo tu ser. Asegúrate que tanto cuerpo, mente como espíritu estén en perfecta sintonía.
Escucha. Experimenta cómo, en medio del silencio, tu interior te susurra la paz que necesitas.

Creemos que llegar al domingo y tirarnos en la cama a ver series es detenernos y recargar energía, pero no.

No estamos acostumbrados al silencio ni a la soledad, porque la sociedad nos ha enseñado que “descansar” es ir al centro comercial, rodeados de ruido, anuncios, luces y gente. Quizá la primera vez te cueste trabajo. Pero la práctica hace al maestro.

Detente, para que puedas seguir.

 

Lee más contenido de nuestro colaborador Beto Galván