Imagina haber trabajado toda tu vida, forjar una empresa exitosa, con grandes oportunidades de crecimiento, que podría generar trabajo para todos tus hijos y sus familias. Pero de repente, todos quieren opinar, todos quieren tomar rumbos distintos y la visión de futuro de esa gran empresa familiar se empieza a desvanecer y solo se vislumbra en el horizonte discusiones familiares y una empresa venida a menos.
¿Existe alguna manera de que las empresas perduren y continúen su crecimiento aún ante la ausencia de los fundadores? Una de las opciones es instaurar un “Gobierno Corporativo”, mismo que daría algunos de los resultados siguientes:
- Evitar los conflictos familiares o por lo menos minimizarlos, toda vez que las decisiones no las toma el papá, el hermano o la tía, sino a través de un consenso entre los miembros del consejo.
- Un consejo de administración imparcial, que permita equilibrar las decisiones y la apertura a escuchar las ideas de todos los involucrados, independientemente de su puesto o participación dentro de la organización.
- Da certeza en la continuidad de la operación y crecimiento de la empresa, propiciando el mantener la buena relación con proveedores, otros inversionistas y los mismos clientes.
- Genera confianza en la información y los resultados de la empresa al establecer mecanismos de control interno que permiten la evaluación y el desempeño de las diferentes áreas.
- Identificar las características de los familiares y ubicarlos en las áreas donde se podrían desempeñar mejor y fortalecerían a la empresa.
- Ofrece una visión independiente de los sentimentalismos familiares, evitando la toma de decisiones al vapor o con base en emociones, en lugar de datos reales y concretos.
Los principales retos a los que se enfrenta una organización con una estructura de gobierno corporativo es la renuencia de los socios fundadores a ceder el poder al consejo de administración y, por otra parte, la elección de los consejeros adecuados que formarán el consejo de administración.
El gobierno corporativo, no es solo para las grandes empresas, tampoco es tan costoso como muchos suponen, la realidad es que a la larga se vuelve sustentable y económico.
No existe el plan perfecto, pero el gobierno corporativo en las empresas familiares brinda un alto grado de seguridad para el patrimonio de los fundadores.