Tómate un momento para evaluar si es opción es lo que realmente necesitas. 

Voy caminado por la plaza y en una isla con los logos de un banco, me ofrece una tarjeta de crédito de autorización inmediata, rápido y sin complicaciones. Sigo mi camino y me encuentro una agencia de autos que me ofrece un crédito inmediato para llevarme un auto nuevo.

Es muy común encontrarnos con ofertas de créditos inmediatos que son una tentación difícil de resistir, pero, ¿qué deberías tomar en cuenta antes de obtener un crédito?

  1. Tipo de tasa. Lo primero que debes conocer es la tasa de interés que te cobrarán durante todo el período. Una tasa fija es más segura si las tasas de interés suben, ya que tu porcentaje no aumentará.
  2. No todo lo que brilla es oro. Es importante conocer todos los costos ocultos asociados al crédito, además de la tasa de interés, como la comisión por apertura, comisión por investigación, cargos por pagos anticipados y cualquier otro costo adicional que debas considerar.
  3. Comparar oportunidades de crédito. En los bancos existen tarjetas de crédito con y sin comisiones anuales. Identifica cuál se ajusta mejor a tus necesidades, porque en los casos de créditos es conveniente comparar diferentes opciones tanto bancarias como directas con algunas inmobiliarias, agencias de autos, entre otras.
  4. Capacidad de endeudamiento. Elabora un presupuesto para identificar tu capacidad de endeudamiento, considerando todos tus gastos fijos mensuales y plan de ahorro, entre otros aspectos financieros, y compáralo con tus ingresos fijos; de esta forma, podrás determinar tu capacidad de pago mensual para adquirir un crédito.
  5. ¿Lo necesito? Esta es la pregunta más importante: ¿realmente necesito un crédito o existen otras alternativas? Además, es crucial analizar para qué planeo usar este crédito.

Pedir un crédito no es el problema, lo peligroso es cuando se nos olvida que ese dinero disponible a través de una tarjeta o una línea de crédito lo tenemos que pagar en algún momento. Como decía mi abuela: “mientras gastabas todo era alegría, ahora que hay que pagar vas llorando por las calles”.

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