Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en nuestro país 8 de cada 10 personas viven con estrés laboral, en China 7 de cada 10 y en Estados Unidos 6 de cada 10.

El síndrome de estar quemado, síndrome de desgaste profesional o burnout se produce cuando el trabajador va perdiendo poco a poco su energía, motivación o ilusión en su trabajo, por lo que se identifica por la existencia de una diferencia entre sus ideales y la realidad de su vida laboral.

Fue el psiquiatra Herbert Freudenberger quien lo describió en el año de 1974 y es hasta el 2000 que la OMS lo declaró como un factor de riesgo laboral, dada su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso la posibilidad de poner en riesgo la vida.

A nivel internacional, los países con mejor balance entre trabajo y vida personal son Finlandia, Noruega, Suiza, Suecia, Dinamarca, Canadá, Alemania, Países Bajos, Australia y Austria. Todos ellos tienen en común que se trabaja menos de 40 horas a la semana y los trabajadores reciben más de 10 días de vacaciones al año.

Por otro lado, desde 2017 México ocupa el primer lugar en el síndrome de “estar quemado” por desgaste laboral, según datos de la Organización Mundial de la Salud, y al menos el 75% de los trabajadores presentan estrés laboral, en información por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

¿Cómo saber si padezco este síndrome? Entre sus principales manifestaciones se encuentran:
  • Sientes agotamiento emocional.
  • Expresas conductas negativas, principalmente hacia tus compañeros de trabajo.
  • Sentimientos de baja realización personal.
  • Sensación de cansancio.
  • No rindes igual en tus actividades cotidianas.
  • Somnolencia excesiva.

Es de suma importancia que las empresas identifiquen a tiempo si alguno de sus empleados presenta este síndrome, ya que las consecuencias de no hacerlo darán como resultado el abandono de la organización, y una alta rotación laboral, por mencionar algunos. 

Además, es crucial identificar la situación o condición de trabajo que ha detonado este síndrome en el colaborador, ofreciendo apoyo a través del acompañamiento psicológico e incluso, plantear su reubicación, dependiendo de lo que tanto especialista y responsable determinen con la evaluación del caso.

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