Obesidad infantil y la importancia de una buena nutrición a temprana edad
Por Luisa Nieto Balcázar
La obesidad actualmente es conocida como la gran epidemia del siglo XXI, representa el principal problema de malnutrición en adultos y es una enfermedad que ha aumentado notoriamente en la población infantil. Una combinación de disminución de la actividad física, aumento del sedentarismo y consumo excesivo de las calorías necesarias han hecho que la obesidad infantil se triplicara en las últimas dos décadas. En México 1 de cada 4 niños (26%) presenta sobrepeso u obesidad, mientras que 1 de cada 3 adolescentes la padecen (31%).
Una alimentación correcta durante la infancia, es importante, porque el organismo del niño se encuentra en crecimiento y formación, razones por lo que es más vulnerable ante cualquier problema nutricional. Una alimentación saludable y equilibrada permite que los niños alcancen un nivel óptimo de desarrollo y crecimiento, tanto físico como mental. Es determinante para un correcto funcionamiento del organismo, una óptima capacidad de aprendizaje, un correcto desarrollo psicomotor y en definitiva para la prevención de factores de riesgo que influyen en la aparición de algunas enfermedades.
Es de vital importancia una correcta elección de alimentos para los lactantes y niños, ya que los hábitos y preferencias de alimentación se establecen desde temprana edad y posteriormente serán difíciles de cambiar. Además una buena nutrición en los niños previene el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad. La obesidad infantil, a su vez, es como un acelerador de las enfermedades en la etapa adulta; los niños y adolescentes con obesidad están sufriendo enfermedades que antes se presentaban sólo en los adultos, tales como: diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias, apnea del sueño (trastorno de la respiración durante el sueño).
La manera en que se puede contribuir en la prevención y tratamiento de ésta enfermedad, es teniendo información sobre las mejores opciones de alimentos que deben consumir los niños, así como el tamaño de las porciones para ellos. Es fundamental orientarlos en la elección de sus alimentos y explicarles la razón de por qué cierto alimento no es la mejor opción (en el caso de refrescos y jugos, mencionar la cantidad excesiva de azúcar que contienen y la repercusión en el organismo). Además, es importante tener en casa siempre buenas opciones de comidas y refrigerios (frutas, verduras, almendras, lácteos bajos en grasa) y motivarlos a realizar algún deporte de forma divertida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños realicen 1 hora diaria de algún tipo de actividad recreativa como andar en bicicleta, patinar, natación, baile o fútbol.
Para poder asegurar que la alimentación de los niños es correcta, es necesario que un pediatra o nutriólogo calcule su índice de masa corporal (peso/estatura o talla2) al menos una vez al año. Se ha demostrado que el índice de masa corporal es útil para identificar si un niño padece sobrepeso u obesidad y su evaluación frecuente permite identificar el estado nutricio del niño y de esta manera reforzar y restablecer el plan de nutrición y los niveles correctos de actividad física.