Hace un par de días, revisando publicaciones en redes sociales, analizaba cómo hacen los influencers y las marcas para lograr enganchar con su audiencia en un mundo donde la competencia cada día es más feroz, la atención fugaz y los mensajes que reciben son infinitos.

La realidad es que si comprendemos el funcionamiento del cerebro y de cómo este toma decisiones, podemos actuar en consecuencia y “hackearlo” para crear mensajes, campañas y estrategias que nos permitan influir nuestro público objetivo.

¿Sabías que más del 90% de las decisiones de compra las tomamos de forma inconsciente, basados en nuestras emociones? Aprovechar este conocimiento es la clave para hackear el cerebro de nuestros clientes.

El cerebro humano está diseñado para tomar decisiones rápidas, utilizando atajos mentales. Estos atajos nos permiten dar respuesta de forma rápida, pero a veces dichas respuestas pueden llevarnos a errores.

Nuestro objetivo es aprovechar los errores de los atajos mentales a nuestro favor. A continuación, te comparto una lista de claves que te ayudarán a influir en los clientes:

Poder de la escasez. Se basa en la idea de que las cosas que son más difíciles de obtener son más valiosas y exclusivas. Utiliza frases como “oferta por tiempo limitado” o “unidades limitadas”; para crear un sentido de urgencia.

Efecto halo. Se refiere a que tendemos a generalizar las cualidades de un producto, marca o persona, o cosa a partir de una primera impresión. Por ejemplo, si a una persona la percibimos como atractiva físicamente, le atribuimos cualidades positivas como amabilidad, honestidad o inteligencia, aún cuando no tengamos la certeza.

Reciprocidad. Inconscientemente las personas suelen sentirse obligadas a devolver favores. Cuando ofreces a tus clientes algo de valor de forma gratuita, generas una sensación de reciprocidad y aumentas la probabilidad de que compren.

Contraste. Nos ayuda a resaltar las características más importantes de nuestro producto o servicio. Utiliza comparaciones con productos similares o precios de la competencia para que tu oferta destaque, ubica cuál es tu elemento diferenciador y saca provecho de lo que ofreces tú que tu competencia no tiene.

Recuerda que hackear el cerebro de tus clientes no se trata de manipulación, sino de comprender cómo funciona su mente y utilizar este conocimiento para crear una experiencia de compra única.

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