El deporte y los negocios parecen ser dos mundos totalmente diferentes, no obstante, poseen una característica psicológica que es imprescindible a la hora de alcanzar un objetivo: el liderazgo.

El liderazgo es una interacción entre dos o más personas de un grupo, donde por lo general existe una persona que funge como agente de cambio hacia todo el grupo para conseguir un objetivo en común. Esto podemos verlo en un equipo deportivo, donde entre todos colaboran para alcanzar un campeonato.

En este punto, quizá te preguntes: ¿qué tiene qué ver todo esto con los negocios? Te lo cuento enseguida.

Cuando hablamos de negocios, usualmente pensamos en metas, objetivos, trabajo, acuerdos, administración, finanzas, etc., pero para que todo eso funcione de manera estructurada, necesitamos de uno o varios líderes que pongan en juego todos esos recursos. De este modo, el liderazgo que vemos en el deporte, parece mantener varias similitudes con el mundo de los negocios.

A continuación, te comparto 4 paralelismos entre el deporte y los negocios, a nivel de liderazgo, que podrán ayudarte a potenciar a los líderes de tu empresa y alcanzar sus metas como equipo.

1. Adaptación a las situaciones: tanto en el deporte como en los negocios, hay situaciones cambiantes todo el tiempo, por lo que la capacidad de adaptación se convierte en un punto clave para saber dirigir todos los esfuerzos hacia una meta en común.

2. Comunicar correctamente la meta a seguir: todo ser humano tiende a perderse si no tiene claro cuál es el objetivo a seguir, por lo tanto, es una responsabilidad del líder el comunicarlo de forma clara, concisa y precisa a todos los miembros del equipo.

3. Tomar en cuenta las opiniones de todos: un buen líder no solo sabe comunicarse, también debe saber escuchar efectivamente. Las opiniones de todos los miembros del equipo pueden darle una mejor forma a la estructura de trabajo, pues entre todos se genera un sentido de responsabilidad compartida que favorece el trabajo de todos.

4. Buscar el máximo rendimiento: ya sea un equipo deportivo o una empresa, en ambos casos el máximo rendimiento puede fungir como determinante al momento de conseguir un resultado. No se trata de sobre exigirse, sino de utilizar tus recursos actuales de la mejor manera para potenciar tu rendimiento.

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