La naciente tendencia vertical experimentada en la zona norte de la ciudad, ya no solo está presente ahí, sino que cada vez se ha ido expandiendo a otras direcciones de la ciudad, al punto que distintos desarrollos se han comenzado a realizar o incluso planear en zonas céntricas como la tradicional colonia Andrade, la zona de los centros comerciales rumbo al aeropuerto o prolongación del boulevard La Luz.

En el plano económico, los conceptos verticales favorecen que el gobierno controle la expansión de la mancha urbana y que con ello sea más eficiente al brindar servicios públicos como luz, agua y drenaje; además de una suerte de gentrificación que buscaría volver al origen de la convivencia social. 

Aunque, como consecuencia, pudiera traer una especulación más agresiva de predios para uso comercial, industrial y residencial alrededor y dentro de la ciudad para desarrollos tradicionales u horizontales dado que se encarecería aún más el metro cuadrado.

No obstante, entre los principales beneficios financieros y oportunidades se encuentran:

  • Promoción de proveeduría. Desde electrificación, ventilación, carpintería, interiores y detallado; servicios legales para integración condominal, seguridad privada, paisajismo, limpieza, entre otros.
  • Detección de preventas. Esto aplica tanto en desarrollos mixtos como específicos. Es decir, detectar preventas de locales comerciales, departamentos o casas habitación, ya que permiten adquirir un bien a un precio menor y con facilidades de pago.
  • Búsqueda de distintas opciones de sociedades mercantiles. A través de un mecanismo entre particulares y de forma rigurosa contractualmente, se fondean de manera colectiva para comprar terrenos, desarrollarlos y comercializar los proyectos, retribuyendo después de cierto plazo el capital invertido más los intereses generados.
  • Conocimiento de nuevas formas de financiamiento. Por ejemplo, el crowdfunding o crowdlending, además de los créditos de prenda bursátil con tasa variable que permitan tener un sano apalancamiento para apostarle a proyectos de corto plazo con atractivos retornos y certeza jurídica.
  • Aprender a calcular el retorno sobre la inversión y/o el retorno sobre el activo si decide comprar un inmueble para rentarlo, dado que en algunos casos la renta anual no rebasa como debería, el por lo menos 10% del valor total comercial de la propiedad.

Lo anterior, hace posible que, lejos de censurar por desconocimiento o ver con cierto recelo una nueva tendencia a pesar de sus claroscuros, sea imprescindible olfatear las oportunidades.

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