Desintoxicación, ¿es realmente necesaria?
Por Jesús Núñez
Hoy en día las dietas de desintoxicación o “detox” se han vuelto una alternativa para quienes buscan mejorar su salud, recuperarse de excesos de alimentos o alcohol, o bien, para comenzar un régimen de control de peso.
Sin embargo, aún no existe evidencia científica que corrobore las propiedades benéficas que se les atribuyen, por lo que arriesgarse a cambiar radicalmente el esquema de alimentación podría tener consecuencias perjudiciales.
Los detox se caracterizan por incluir períodos prologados de ayuno y el consumo exclusivo de jugos de ciertas verduras y frutas, lo que evidentemente trae como consecuencia modificaciones en el peso corporal en poco tiempo, incluso sin ejercicio. Pero cabe destacar que también contribuyen a hacer más lento el metabolismo y el peso perdido se repondrá al reanudar el esquema de alimentación habitual, además de poner en riesgo el estado de nutrición de la persona por la restricción de calorías, sobre todo las provenientes de proteínas.
Para una persona con un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio regular, no sería recomendable realizar un detox, no solo porque se pondría en riesgo su rendimiento deportivo y se perdería masa muscular, sino porque además se pondría en riesgo su bienestar, ya que no se estaría cubriendo ni siquiera el requerimiento basal de energía por día.
Nuestro organismo lleva a cabo a la perfección mecanismos de desintoxicación de manera natural a través de órganos como el hígado, los riñones y los intestinos, por lo que nuestra única tarea con la alimentación sería eliminar de la dieta sustancias artificiales y compuestos químicos que pudieran entorpecer el funcionamiento de dichos órganos, así como incorporar alimentos que fortalezcan la función intestinal como fibra y productos con bacterias benéficas (probióticos).
La alimentación constituye un elemento importante en la salud y debe ser un punto a favor para el bienestar general y el rendimiento deportivo, por lo que no hay mejor detox que una rutina de ejercicio que promueva la buena circulación de la sangre, el flujo de oxígeno por el torrente sanguíneo y la eliminación de toxinas, a través del sudor. Es importante recordar que nada en este mundo es mágico, por lo que escuchar a nuestro cuerpo, mejorar nuestros hábitos de alimentación, practicar deporte y descansar adecuadamente, son factores claves para la buena salud y correcto funcionamiento corporal.