Ya nos han dicho que debemos permanecer en nuestras casas y nos han brindado diferentes medios de protección para evitar un posible contagio por Covid-19 que ponga en riesgo nuestra salud, lo que no nos han dicho es qué hacer para evitar un contagio emocional.

La cuarentena puede provocarnos estrés, frustración, miedo, tristeza y frustración. Todos experimentamos diferentes emociones y por ello, al estar en contacto con personas que se encuentran excesivamente preocupadas o totalmente incrédulas, puede ocasionar que esas personas nos “contagien” sus emociones.

¿Qué entendemos por contagio? En términos de emociones, es la transmisión de una idea, un sentimiento, una actitud o una emoción por influencia de una persona.

¿Te has preguntado la razón por la que la gente ha ido a comprar cientos de paquetes de papel higiénico? La respuesta la encontramos en el contagio emocional.

Si una persona hace algo en una situación de peligro o incertidumbre (como esta cuarentena), es porque algo bueno tiene que ocurrir si lo haces, por lo que no sería adecuado que no lo hicieras. Así pues, pensamos que si todo mundo hace algo (como comprar muchos paquetes de papel higiénico), entonces asumimos que es por algún motivo lógico y simplemente nos disponemos también a hacerlo nosotros.

¿Qué podemos hacer para evitar el contagio emocional?  Te comparto 3 pasos muy sencillos.

Paso 1

Un extremo implica la percepción de invulnerabilidad donde creemos que nada nos pasará y que las personas son exageradas. En el otro extremo encontramos una percepción de miedo extremo y pánico paralizante donde tendemos a exagerar las situaciones y a tener pensamientos alarmantes.

Paso 2

Identifica el tipo de comportamiento que muestras para lograr ser más consciente de lo que implica estar en cada uno de esos extremos.

 

Paso 3

Finalmente, nos centraremos en encontrar un punto medio, donde no caigamos en el extremo de invulnerabilidad o en el otro extremo que paraliza y preocupa al extremo.

El contagio emocional nos perjudica a nosotros mismos y a los demás. Todos podemos caer fácilmente en él, es por ello que conocer nuestro comportamiento puede ayudarnos en gran medida.

¡Busca tu punto medio!

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