Al comenzar el año, es común que todos nos planteemos diferentes propósitos y objetivos que queremos para nuestra vida. Nos sentimos muy motivados y entusiasmados, no obstante, nos encontramos con una dificultad: esa motivación va disminuyendo poco a poco.

Por lo general, entendemos la motivación como una fuerza interna o una característica interna de la persona, es decir, algo que se tiene o no se tiene, ¡pero no es así!

La motivación es algo que se puede ir construyendo, no es algo estático o permanente dentro de nosotros. Si así lo deseamos, siempre y cuando trabajemos para ello haciendo los cambios necesarios, la motivación puede desarrollarse y mantenerse.

A continuación te presento 3 pasos a seguir para lograr que esa motivación inicial permanezca y la mantengamos al 100:

1. Identifica tus “a ver si”: Frases como “a ver si ahora sí hago ejercicio”, “a ver si ahora sí como bien” son comunes en las personas que quieren comenzar un hábito o cumplir un propósito, pero determinar un objetivo de esa forma no es lo más recomendable.

¿Qué puedo hacer? Planifica correctamente tus objetivos, puedes utilizar el Sistema MARCA:

Medible: ponle un horario y un tiempo, haz que se pueda medir.

Alcanzable: debe ser realista y que puedas lograrlo.

Relevante: algo que sea verdaderamente importante para ti.

Claro: sé lo más específico posible.

Atractivo: tu objetivo debe llamarte la atención y que sea motivante.

2. Haz una lista de prioridades: cada uno de nosotros tenemos una realidad y un ritmo de vida diferente, enfócate en lo importante. No hay tiempo para todo, recuerda el refrán “El que mucho abarca poco aprieta”.

¿Qué puedo hacer? Escribe todas esas cosas que son importantes para ti, posteriormente asígnales un número por orden de importancia y enfócate en las primeras 3. Asígnales acciones precisas y determina tu plan de acción.

3. Pregúntate si estás convencido: la persistencia o motivación en algo se hace difícil cuando nuestro propósito no es firme, es decir, si no estás completamente convencido.

¿Qué puedo hacer? Determina objetivos pequeños que no sean altamente ambiciosos, ¡póntelo fácil! Identifica tus fortalezas para cada uno de esos objetivos y escríbelos en una hoja, posteriormente escribe qué tan importante es para ti cumplirlo, así podrás recurrir a ello cuando quieras desistir o abandonar.

Comparte: