¿Aviso o amenaza del SAT?
¿Te da miedo recibir una auditoría o un comunicado del SAT? A todos nos da pánico recibir una notificación de Hacienda, y ellos lo saben. Por eso, muy amablemente, el pasado 20 de octubre emitieron un comunicado donde nos avisan (o amenazan) sobre cuáles serán los criterios que tomarán en cuenta para programar auditorías. Vamos a analizarlos:
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Operaciones con empresas factureras o de nóminas. La reforma fiscal de 2026 incluirá más sanciones para quienes realicen este tipo de prácticas.
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Pérdidas recurrentes. El objetivo de toda empresa es generar utilidades; por ello, si tu empresa presenta pérdidas de manera constante, será un factor adicional de fiscalización.
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Simulación o abuso de deducciones. La simulación —inventarse algo— es un delito, pero el término abuso es ambigüo. Si tienes deducciones fiscales legales, ¿en qué momento considera la autoridad que estás abusando de ellas?
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Ingresos no declarados. Cuidado con los pagos a tus tarjetas de crédito o los ingresos bancarios no reportados. Aquí entra la famosa discrepancia fiscal: gastar más de lo que ingresas.
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Abuso de estímulos fiscales. La autoridad ofrece algunos estímulos (cada vez menos), y el uso indebido de estos también será motivo de auditoría. Pero si los aplicas correctamente, ¿por qué se consideraría un abuso?
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Inconsistencias entre importaciones, compras y ventas. Que tus movimientos de inventarios no coincidan con tus ventas será motivo de revisión.
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Declarar valores menores en aduana. Subvaluar mercancías al ingresar al país puede activar una auditoría.
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No pagar las retenciones de los trabajadores. Este punto, además, puede derivar en un delito penal.
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Filiales en paraísos fiscales. Algunas empresas crean subsidiarias en paraísos fiscales para evadir impuestos en México. Este tipo de movimientos encenderá focos rojos para la autoridad.
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Solicitar devoluciones improcedentes. Pedir devoluciones de impuestos sin fundamento será motivo de revisión.
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Pagar menos impuestos que el promedio del sector. Este criterio es delicado, ya que no todas las empresas tienen el mismo nivel de operaciones, aunque pertenezcan al mismo sector.
