Convirtiendo desafíos en oportunidades

Algo que siempre nos descontrola es justamente la crisis, la cual se caracteriza por obligarnos a salir de la zona de confort y crear nuevas estrategias para adaptarnos a los cambios requeridos con el fin de seguir vigentes en el mercado. Esto genera estrés en los líderes, quienes son los responsables de que la empresa logre tener un crecimiento sostenido y genere utilidades.

Se ha dicho que, en cuestión de manejo de estrés, son mejores los hombres, sin embargo, a través de los años trabajando con líderes de distintas edades y géneros, he descubierto que la capacidad de gestionar el estrés depende más de la personalidad que del género.

Las crisis en sí mismas, generan un antes y un después, un resultado con una nueva realidad que puede ser exitosa si se maneja de manera adecuada la resistencia al cambio por parte del equipo, siendo necesario, como mujeres, aprovechar nuestra habilidad social y empatía para lograrlo.

Por otro lado, se debe mantener un pensamiento estratégico donde se observe todo el tiempo el entorno y sus demandas y así poder anticipar cuando se vislumbra una crisis.

Liderazgo femenino en tiempos de crisis

La mujer líder, cuando toma decisiones para enfrentar el cambio, piensa en todas las variables que debe cuidar, ya que una de sus características más importantes es que es detallista y tiende a observar todas las implicaciones en la empresa y cómo enfrentar y resolver cada una de ellas.

También la resiliencia femenina es otro de los factores de éxito al enfrentar una crisis. Las mujeres líderes piensan que la empresa es como un hijo al cual deben alimentar, cuidar y ayudar a crecer a través de sus diferentes etapas.

A todo lo anterior debemos sumarle estas otras características femeninas:

1. La sensibilidad que tienen para identificar el clima laboral más adecuado para enfrentar la crisis con el menor desgaste emocional.

2. La toma de decisiones consciente donde se deben integrar todos los recursos de la empresa hacia metas comunes que mejoren, no solo el rendimiento financiero, sino también su posicionamiento para la supervivencia a largo plazo.

3. La responsabilidad social que conlleva el tener colaboradores que son el sustento de sus familias y el compromiso por la calidad de vida de cada uno de ellos.

Como reflexión final, la mujer líder, siempre debe mantener una mentalidad estratégica para enfocarse en las nuevas oportunidades que le trae la crisis.

Liderazgo femenino en tiempos de crisis