Por Jesús Núñez Rodríguez
Para llevar una alimentación saludable, nuestro cuerpo necesita recibir las cantidades correctas de nutrimentos para el adecuado funcionamiento de órganos y sistemas; si no recibe suficiente energía, nos sentiremos cansados, o bien, si recibe energía más allá del requerimiento diario, se corre el riesgo de desarrollar sobrepeso. La clave está en respetar las 4 leyes de la alimentación saludable:
1. Ley de la cantidad: la cantidad de alimentos necesaria para satisfacer los requerimientos de energía que tiene el organismo dependen del género, edad, estatura y peso, así como el tipo de actividad física que se realice.
2. Ley de la calidad: en toda dieta deberán estar presentes hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas y agua a través de todos los grupos de alimentos como verduras, frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal.
3. Ley de la armonía: la cantidad de nutrimentos debe estar en equilibrio, de lo contrario, difícilmente los alimentos incorporados se digerirán de manera adecuada para que el organismo los pueda utilizar.
4. Ley de la adecuación: cada persona es un mundo con sus gustos y hábitos, situación económica y cultural y que la alimentación debe adecuarse a estos contextos.
Es fundamental saber que no hay alimentos buenos ni malos, la forma en la que consumimos cada alimento es lo que nos puede hacer bien o mal, pues dependiendo de la cantidad, el mismo alimento puede causarnos un daño o un beneficio, por lo que es recomendable acudir con un profesional que nos oriente en llevar una alimentación saludable siguiendo estas cuatro leyes.