El empoderamiento como un proceso integral para mujeres y hombres

Se habla de empoderar a las mujeres, sin embargo, no son las únicas que lo necesitan. Es una palabra que debería estar presente en la educación de todos los individuos desde edades tempranas en escuelas, y posteriormente acompañarlos en sus estudios universitarios, si es que los realizan.

Empoderar a alguien abarca varias ramas de acción, no nada más motivar a alguien en tomar riendas en algo. El empoderamiento en su raíz viene de una fuerte labor de autoconocimiento de cada persona, para de ahí poder sacar herramientas que le ayuden a enfrentar una situación en particular de vulnerabilidad que quiera cambiar.

Aplicado hacia las mujeres, en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (Pekín), empoderamiento se refiere al “aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder” con el objetivo de avanzar en la equidad entre géneros.

Este se relaciona con los ejes de derechos humanos, salud sexual y reproductiva, así como educación, considerados fundamentales para el avance y el aumento de la participación de las mujeres a todos los niveles en la sociedad, también en el plano económico.

¿Qué podemos hacer para empoderarnos? En situaciones complicadas que nos generan estrés o ansiedad por uno u otro motivo, a veces tendemos a adquirir una actitud victimista. Esto hace que ignoremos voluntaria o involuntariamente nuestra capacidad para cambiarla, lo que nos permite quejarnos de forma continua sin tener ningún tipo de remordimiento por hacerlo.

Es aquí, en estos casos, cuando debemos parar y plantearnos esto:

  • ¿Cómo estoy ahora?
  • ¿Qué me gustaría cambiar?
  • ¿Qué puedo hacer yo para cambiar eso?

Estas preguntas nos pueden ayudar a darnos cuenta de que en muchas ocasiones tenemos el poder de cambiar las cosas, pero a veces simplemente no somos conscientes.

Para dar a nuestra vida el cambio que necesita, tendremos que plantearnos lo que queremos cambiar, salir de nuestra zona de confort, arriesgarnos y luchar por lo que realmente queremos. Esto implica un esfuerzo y conlleva una incertidumbre, por lo que llegar a saber lo que queremos y conseguirlo no es tarea fácil. Es por eso que es necesario reflexionar, planear lo que vamos a hacer y llevar a cabo nuestra idea con fuerza e ilusión.

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