Un día, descubrí que las personas que más se desbordan, o bien, se contienen emocionalmente, son a las que les cuesta más trabajo expresar lo que sienten y quieren. Poco a poco, a través de mi investigación, me di cuenta que, si conocemos el significado de cada emoción y aprendemos a reconocerla, es más fácil expresar lo que deseamos y justo esto ayuda a autorregularnos emocionalmente y ser más asertivos.

Cuando nos autorregulamos emocionalmente y no perdemos de vista nuestras metas y anhelos, nos encontramos en el camino correcto para alcanzar lo que queremos, tenemos una vida más plena y nos dejamos de sabotear.

El cuerpo es sabio y te envía la emoción como una manera de decirte: ¡Hey, aquí tienes creencias limitantes que debes deshacer!

Al tener las herramientas adecuadas para ello, tomarás mejores decisiones, mejorarás la calidad de tu voz interior y por tanto tu actitud ante la vida.

El día de hoy te quiero compartir que no puedes evitar la emoción, pero sí puedes cambiar tu reacción, ofreciendo al otro una respuesta más pensada y alineada a tus metas, sin dañar tu relación a largo plazo con la persona.

Por otro lado, también hay que considerar que existen diversas personalidades e historias de donde aprendimos a resolver los conflictos de determinada manera, lo cual hace que tengamos reacciones distintas unos de otros, sin embargo, estamos esperando que los demás reaccionen como uno lo haría, lo cual es imposible y violento, porque de esta manera, no estamos mostrando empatía, aunque esto no impide que nos autocuidemos y pongamos límites cuando es necesario.

Antes de continuar, debo aclarar que la autorregulación es la segunda habilidad de la Inteligencia Emocional, ya que este concepto es mucho más amplio e implica 5 habilidades, a saber: Autoconsciencia, Autorregulación Emocional, Automotivación, Habilidad Social y Empatía.

Ahora, les brindo los significados y antídotos de 3 emociones importantes:

 Enojo: “Esto es injusto para mí”. Antídoto: hacer una petición al otro.
 Miedo: “Algo malo va a pasar”. Antídoto: indagar.
 Tristeza: “He perdido algo”. Antídoto: recuperar lo perdido o aceptar la realidad.

Como conclusión, si todo el mundo se autorregulara emocionalmente, desaparecerían las guerras y los conflictos interpersonales y viviríamos en armonía, así que, mi propuesta hoy, es que tengamos el valor de desaprender nuestra forma de reaccionar y aprendamos a hacerlo asertivamente.

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