Eres un líder reconocido no solo por tus colaboradores, sino también por grupos de empresarios e instituciones educativas, ¿cuál consideras que es el mayor reto o debilidad que has tenido como líder?

Uno de los retos que he tenido recurrentemente es perder de vista el objetivo, en este mundo tan lleno de distractores, tan cambiante sobre todo en los últimos tiempos, donde la velocidad de reacción debe ser cada vez mayor, es muy fácil desorientarse, perder la brújula y llevarse a todo el equipo a trabajar sobre objetivos equivocados.

Esto ha generado falta de motivación en mi equipo, errores por no tomar en cuenta las opiniones de mi gente que está en primera fila, en donde se dan los problemas y la necesidad de respuestas; propiciando falta de confianza de los miembros del equipo para opinar y aportar ideas que detonen en mejores resultados.

Con estos dos errores como líder, son suficientes para tronar todo un equipo, volverlo ineficiente e inoperante; lo importante es, como líder, darse cuenta del error y entonces reorientar, retomar y perfeccionar la vista y la escucha.

Pero hay una debilidad que puede acabar con un líder y convertirlo en un mal jefe, esa debilidad surge cuando te la crees, cuando es tanto el “reconocimiento”, lo que te dicen tus compañeros, tus socios, tu equipo, las instituciones, otros empresarios; tanto escuchar que eres el mejor, y como decía mi padre “te engolosinas” a tal grado que dejas de poner atención a las cualidades, habilidades, acciones y sentido humano que te lleva a ser ese gran líder.

Esa debilidad que te lleva a sentirte superior, único, que solo tus ideas son importantes y por lo tanto dejas de escuchar a tu equipo; que te impide ver a tu alrededor para encontrar otros lideres potenciales que al impulsarlos fortalecen al equipo; esa debilidad que se resume en una palabra soberbia.

Todos los errores de un líder pueden corregirse, capacitarse, platicarse y solucionarse en equipo. Pero la soberbia solamente la puede vencer el líder por sí mismo y eso es muy complicado si el líder no está abierto a reconocerse limitado y ser humilde; es por eso que estoy convencido que la debilidad que puede matar al líder es la soberbia.

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