¡Rápido, el equipo se está desmoronando! Así me imagino el grito en mi mente cuando empiezo a ver los resultados en números, el ambiente que se siente al estar en contacto con el equipo, críticas, chismes y comentarios que llegan a los oídos de todos y de nadie.
Signos vitales que empiezan a cambiar de verde a amarillo, luego a rojo y al final a pitar con fuerza como si fuera un monitor cardiaco avisándonos que el equipo está muriendo.
¿Cuáles son esos signos vitales que debemos estar monitoreando constantemente en los equipos de trabajo?
1.El liderazgo. Es asertivo y directo, guía con el ejemplo, lleva las ideas a la acción, amplía visión a corto y largo plazo, escucha a su equipo, es sensible a las necesidades de su equipo, comparte la responsabilidad y también el mérito, entre otros.
2.Manejo del estrés. El hecho de que el equipo no tengan herramientas que les permita manejar el estrés, genera quiebres al interior de este que se refleja en sus resultados y en sus relaciones internas.
3.Actitud frente al cambio. Los cambios constantes o drásticos dentro o fuera de la empresa, pone a prueba el temple del equipo frente a lo desconocido, una actitud de temor, negación, distracción o incluso renuncia al cambio sin razón justificada; enciende focos rojos que requieren nuestra atención.
4.Solución de problemas y conflictos. Algunos equipos son especialistas en resolver conflictos, pero otros, parece que tienen la encomienda de ser generadores y detonantes de problemas externos e internos.
5.Identidad de equipo. Los equipos generan sinergias, complicidades que les dan una personalidad única, forjando una cultura de trabajo y compañerismo; estar atento al tipo de identidad de cada equipo elimina riesgos y conflictos internos y con los demás equipos de trabajo.
6.Comunicación. La base de toda relación no es la excepción para los equipos de trabajo: una comunicación clara, directa, precisa, abierta y fluida; que permita fortalecer todos y cada uno de los puntos anteriores; facilitando al equipo el alcance de sus objetivos y metas.
Es recomendable establecer una lista de puntos a considerar de cada uno de los aspectos mencionados, en donde, a través de una evaluación 360 nos arroje una calificación que nos permita conocer en qué situación se encuentra el equipo.
Los equipos no se desmoronan de la noche a la mañana, los equipos se desmoronan por la falta de atención de sus líderes al paso del tiempo.
¿Cómo están los signos vitales de tu equipo?