Otro año que se termina y que volveremos a hacernos los mismos propósitos: “voy a hacer ejercicio, voy a ponerme a dieta, voy a iniciar ese proyecto que tanto he deseado, voy a… (coloque usted su propósito eterno)”.

Claro que no está mal tener propósitos y sueños cada año, pero de nada sirven si se quedan solo en buenos deseos y palabras bonitas que se dicen al calor de los ponches, los tamales y los abrazos de los seres queridos.

El verdadero crecimiento surge de la introspección, de regalarte el tiempo y el momento para aislarte, sentarte frente a una libreta con pluma en mano y tener el valor de hacerte “la pregunta correcta”.

  • ¿Quién soy?

Una pregunta tan simple y a la vez tan complicada. No eres tu nombre, ni tu profesión, ni tu género o tu patrimonio o tu negocio. Eres tus pasiones, tus fortalezas, tus debilidades, tu historia de éxito y de fracasos, eres emociones y sentimientos, eres conocimiento, eres tus miedos, pero también tu paz.

  • ¿Cuál es tu inventario?

Todos tenemos cosas, herramientas, conocimientos y motivaciones que nos pueden ayudar o impulsar a alcanzar nuestras metas y objetivos, pero también contamos con personas, ideales, principios, emociones y valores que nos ayudan a recorrer el camino.

  • ¿Qué haces?

Ahora pareciera que somos más libres, pero, ¿cuántas veces te has vuelto rehén de tu celular? Esta pregunta tiene un doble propósito, por un lado, identificar en que inviertes o gastas tu tiempo; y por el otro, reconocer tus haceres diarios. ¿Lo que haces te hace sentir pleno?

  • ¿En qué quieres crecer?

La palabra cambio nos paraliza, nos sentimos inseguros de cambiar, creemos que implica renunciar a algo, ya sea un tener, un hacer o un ser yo mismo. Por eso prefiero la palabra crecer, que nos invita a una continuidad hacia algo mejor.

Tú puedes crecer en diferentes áreas: personal, negocio, familia, salud, emociones, amigos, finanzas, espiritualidad, conocimiento. Somos seres integrales y nuestro crecimiento debe ser en las diferentes áreas que nos hacen ser lo que somos.

  • ¿Cómo lo vas a lograr?

Es momento de hacer un resumen de todas las preguntas anteriores, de poner en marcha un plan de acción en el que identifiques todo aquello con lo que cuentas, reconocer todo lo que haces y aquello que deseas ser para estar consciente de la meta, las herramientas y las acciones que te vas a fijar a ti mismo.

¿Estás listo para hacerte la pregunta correcta, para ti, para tu negocio, para tu vida?

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