Conozco cientos de salas de juntas, algunas con mobiliario de alto costo, tanto, que estoy seguro que solo la usaban cuando iba cada tres meses a entregarles resultados. Otras tantas que servían de archiveros o cuarto de equipos obsoletos que resultaban imposibles para fomentar la comunicación.
Las salas de juntas deberían de ser el centro de comunicación, detonador de ideas, definición de proyectos y planes, espacio creativo, conocimiento y reconocimiento de los miembros de la organización, pero ¿Cuántas veces son realmente eso y no solo un espacio decorativo más?
Te comparto algunas mesas de juntas:
La mesa del rey
Es la clásica mesa larga para ocho o más personas, donde “el rey” se coloca siempre en la cabecera. Está diseñada para escuchar y tomar dictado de las instrucciones que se dan desde la cabecera, pero impide la comunicación abierta y entre más cercano tu lugar de la cabecera más importante eres en la compañía.
La mesa cuadrada
Un punto a su favor es que no hace evidente los niveles jerárquicos, eso facilita la apertura de todos los colaboradores y fomenta la comunicación, su gran limitante es el número de personas que pueden interactuar en una mesa de este tipo.
La mesa de Camelot
Esta mesa de los caballeros del Rey Arturo, en círculo, elimina un poco la jerarquía, sin embargo, es común que a los lados del líder se sienten los más cercanos. Ayuda a fomentar la comunicación abierta y permite que todos se tengan a la vista, propiciando la interacción de las personas.
Tener una mesa de por medio genera desconfianza, uno nunca sabe que pueden esconder sobre su regazo los participantes, además muchos aprovechan la mesa para visualizar sus celulares debajo de ella, por eso, vende tu mesa.
En la junta de planeación que tenemos en la oficina, no existen mesas, tenemos sillones cómodos, distribuidos en circulo, donde todos con libreta en mano expresamos lluvias de ideas, comentarios importantes, analizamos datos y tomamos decisiones. Si alguien desconocido entrara a esa reunión no podría distinguir al director o al gerente o al contable, todos ocupamos lugares iguales.
Las mejores decisiones y las ideas más exitosas han surgido de nuestras juntas, donde no hay una mesa de por medio que nos condicione en la comunicación o que nos limite en la confianza y la libertad para expresar nuestras ideas.
¿Qué tipo de mesa quieres en tu empresa?