Entre la generación millennial, que comprende a quienes nacieron entre 1980 y 1995, la percepción sobre su propia salud es bastante buena. La diferencia con generaciones anteriores, radica en que la salud es concebida como un concepto físico, mental y emocional. De ahí que cada vez sean más populares hoy en día las prácticas que buscan el bienestar del cuerpo, la mente y el espíritu.

Se puede decir que esta generación tiene muy bien consolidados hábitos de alimentación saludable y la práctica de actividad física. Al ser una generación marcada por la era digital, el uso de dispositivos y aplicaciones permiten monitorear la salud en diferentes aspectos como calorías consumidas y gastadas, horas de actividad y de sueño, etc.

Para esta generación tener una conexión casi permanente a Internet ha modificado considerablemente los hábitos de ocio y entretenimiento, al igual que los patrones de consumo, ya que la mayoría de ellos realiza compras de todo tipo a través de Internet.

En cuanto a la alimentación en sí, la mayoría se preocupa por llevar una dieta saludable durante la semana laboral, aunque se relajan el fin de semana. Resulta curioso, pero a pesar de ser una generación con más conciencia sobre la importancia de la alimentación saludable, son al mismo tiempo la  generación que menos tiempo pasa en la cocina. Son personas preocupadas por el origen de los alimentos que consume y las propiedades que se esconden detrás de cada alimento.

Por otra parte, para esta generación el bienestar emocional se sustenta en tres ejes fundamentales: la felicidad, el equilibrio entre lo físico y emocional y sentirse a gusto no solo con uno mismo, sino con el entorno. A pesar de ser una generación bastante feliz, una gran parte de la población en este rango de edad ha padecido algún problema de índole emocional, pero la mayoría cuenta con la suficiente apertura para buscar ayuda.

Definitivamente la generación millennial es una generación para la que el bienestar emocional pesa tanto como el bienestar físico y mental, y la salud es un elemento clave para conseguir esa felicidad, por lo que admiten que son más felices cuanto más implicados y preocupados están por su salud.

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