Cada vez es más frecuente el uso de fármacos para combatir problemas de ansiedad, ataques de pánico, insomnio e hiperactividad, siendo que el común denominador de todos esos padecimientos es un exceso de adrenalina en el torrente sanguíneo.

Nuestro organismo produce adrenalina en dos situaciones: primero, ante una situación de peligro o estrés, como respuesta para activar la reacción de lucha o escape. Para ello, acelera el ritmo cardiaco y la respiración para obtener más oxígeno y energía durante el proceso.

La siguiente situación ante la cual nuestro cuerpo produce adrenalina es cuando disminuyen los niveles de glucosa en sangre, ya que el funcionamiento cerebral depende de un aporte continuo de glucosa y cuando este decae, aumentan los niveles de adrenalina para activar el metabolismo.

Actualmente, nuestro estilo de vida y la forma en que nos alimentamos, provoca que los niveles de glucosa en sangre sean inestables durante el día, y aunado al estrés, es cada vez más común que más personas vivan con ansiedad, ataques de pánico, inquietud, falta de concentración, etc.

La solución desde la alimentación está en mantener estables los niveles de glucosa en sangre, para lo cual es recomendable apostar por los hidratos de carbono complejos como cereales integrales, avena y arroz, ya que su liberación de energía en sangre es lenta y sostenida, comparado con los azúcares simples y harinas refinadas que brindan energía rápida y generan esos altibajos de glucosa que resultan en liberación de adrenalina.

Acompañar estos hidratos de carbono con una buena fuente de proteína consigue que la energía llegue aun más despacio al torrente sanguíneo, contribuyendo a la estabilidad de la glucosa en sangre.

Si los síntomas de ansiedad se presentan en medio de la noche, es recomendable consumir un pequeño bocado antes de dormir. Por ejemplo, media manzana, 10 almendras, una galleta de arroz o una barra de avena.

Una dieta rica en alimentos ricos en vitamina C, vitaminas del complejo B y en calcio, mantendrá nuestra glucosa estable y no provocará esos picos de adrenalina con sus molestos síntomas.

Los alimentos que ingerimos pueden afectar o beneficiar a nuestra salud, por lo que aprender a manejarlos a nuestro favor es de gran importancia para conseguir una vida más saludable, plena y feliz.

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