Está de más decir que el 2020, sin duda alguna, marcó la vida de todos nosotros y en el ámbito empresarial no es la excepción. Concretamente para los restaurantes ha sido uno de los años más complicados.

Cierres de restaurantes y un sinnúmero de empleos perdidos es lo que ha dejado el 2020 para el gremio, es por ello que los ojos de la esperanza en cuanto a recuperación se centran en el próximo año 2021 que está a la vuelta de la esquina.

Esto no quiere decir que se puedan recuperar al 100%, sino más bien continuar con las cortinas arriba y seguir de pie. La recuperación y el ritmo que se tenía hasta el cierre del 2019 se proyecta hasta el 2022.

El siguiente año se pronostica como un año muy bueno para el sector restaurantero, la llegada de nuevos conceptos a la ciudad complementa los empleos perdidos por los cierres de más de una docena tan solo en la ciudad de León.

Es una realidad que también dependemos del semáforo de reactivación del estado de Guanajuato para poder hablar de una pronta recuperación. Ya lo comentó el Presidente Nacional de CANIRAC, regresar a un semáforo rojo o incluso a un confinamiento sería hablar de la desaparición de por lo menos el 50% de los restaurantes en todo México.

Y es que en Guanajuato las medidas son tan cambiantes, que podemos hablar de un cierre de año en semáforo naranja donde el aforo máximo para restaurantes con venta de bebidas alcohólicas es de 20% de la capacidad.

Es por ello que la esperanza está en el próximo año, en poder recuperar el color amarillo y el tan anhelado color verde en el semáforo, esperemos que por lo menos sea durante el primer semestre del 2021 para poder cumplir las expectativas que tenemos.

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