Si bien la nueva normalidad, a la que todos nos hemos tenido que adaptar, ha traido cambios importantes en nuestra vida cotidiana. Uno de ellos fue el uso de plataformas digitales de delivery para ordenar comida a domicilio.
Para nosotros como usuarios, podría parecer algo común y sencillo el poder abrir una aplicación en nuestro smartphone, escoger un platillo de nuestro restaurante favorito y ordenarlo a domicilio.
Sin embargo, como usuarios no podemos ver más allá de lo que en realidad implica hacer este tipo de acciones para los restaurantes. Es por ello que muchas de las aplicaciones de este tipo, lejos de ser aliados de los restaurantes, pueden ponerlos riesgo de cierre debido a las altas comisiones que se cobran por transacción.
Si los restaurantes tienen suerte, se cobra entre un 15 a un 20% de comisión por transacción realizada por un usuario. Por ejemplo, de un pedido de $100 pesos, se destinan entre $15 y $20 pesos para los servicios de la plataforma.
Pero durante la pandemia, muchas marcas de este tipo de tecnología incrementaron sus costos de operación, cobrando hasta 50% de transacción, lo que resultó poco rentable para los empresarios restauranteros.
Esto ha resultado en una considerable baja de restaurantes en las apps, que decidieron ofrecer servicio a domicilio directamente del restaurante, y la generación de nuevas plataformas que cobran una comisión menor, entre ellas las apoyadas por el gobierno que le da hasta 5 meses sin cobro de comisión.
Así que la próxima vez que busques tu restaurante favorito en tu app de delivery y no lo encuentres, considera que pudieron haber sido estos los motivos.