Para darme a entender, me permito hacer una breve reseña de nuestros festejos:
Celebramos el 16 de septiembre como nuestra independencia, sin embargo, en esa fecha se inició y olvidamos que fuimos realmente independientes un 27 de septiembre 11 años después del inicio de la independencia.
Lo mismo sucede con la Revolución Mexicana, hacemos fiesta el 20 de noviembre pero, ¿quién me puede decir la fecha exacta en la que terminó? Ni siquiera los historiadores se ponen de acuerdo en la fecha.
Y qué decir del 5 de mayo de 1862, ese día que festejamos haber ganado una batalla contra los franceses, mismos que desde el 10 de junio de 1863 hasta 1867 tuvieron tomada la ciudad de México, y la sede del gobierno de nuestro país tuvo que andar errante por diferentes Estados de la República.
Y si hablamos de futbol nos sentimos orgullosos y ganadores por llegar a cuartos de final, que por cierto solo se logró en 1986.
Sí, estoy de acuerdo en reconocernos y emocionarnos que dimos el primer paso, que vamos avanzando en nuestros proyectos y objetivos personales, laborales, de negocio, etc., pero no perdamos de vista nuestro objetivo final.
Por eso te comparto estas ideas para no auto engañarte antes de meter el gol:
- Ten tus objetivos claros y con un plan de acción concreto.
- Reconoce tus avances, pero que no te embriague ese pequeño logro, al contrario, que te motive a seguir adelante y no perder el objetivo final.
- Si perdiste, si no salió como esperabas, NO LO BORRES de tu historia, reconócelo y aprende de los errores y los aciertos.
- No te rindas.
- Y cuando metas el gol, entonces sí festeja con todo tu equipo y con todos los que te impulsaron, motivaron y apoyaron a lograrlo.
- Y una vez que termines el festejo, empieza tu siguiente proyecto.
Así, ahora antes de festejar el gol, acuérdate que el partido dura 90 minutos, celebra, pero no pierdas el objetivo, no te confíes, no caigas en tu zona de confort, el partido sigue y termina hasta el último aliento.
No olvides el primer paso que diste, porque el éxito es el conjunto de todos los pasos, incluyendo los tropiezos, pues todos ellos te han llevado hasta donde te encuentras hoy.