Considerándose a sí mismo como un ser humano comprometido con su familia, el entorno y su manera de ver la vida, el cofundador de la firma legal Ágora Juristas S.C. demuestra que todo es posible si se trabaja con ahínco y pasión. En sus palabras, fue en el umbral de la muerte donde descubrió en la abogacía su verdadera vocación.

Desde temprana edad, adoptó un lema que ha guiado cada paso de su existencia: “disfruta tu vida y abraza tu muerte”. Esto le ha permitido vivir al máximo, superando tanto retos personales como profesionales, consolidándose como un abogado que siempre aspira a la excelencia a fin de buscar justicia en todos los casos que le son encomendados.

Especialista en Derecho Internacional de Familia y Restitución Internacional de Menores, su labor va más allá de resolver disputas legales, ya que se esmera día con día para restituir derechos y crear un presente y un futuro mejor para los más vulnerables.Fue en su propia experiencia personal que encontró la importancia de la empatía, por lo que, con una visión humanista, se ha posicionado en México y el extranjero como uno de los mejores en su ramo.

“Quiero contribuir a un cambio positivo”

El llamado de la abogacía

En entrevista, Carlos comparte que su interés por la abogacía se dio en circunstancias poco convencionales, debido a que, durante su adolescencia, trabajó haciendo limpieza en la zona de quirófanos de un hospital de la ciudad.

Fue a los 16 años, mientras desempeñaba sus labores habituales, que entabló una breve conversación con una paciente de profesión abogada, que reconoció en él una capacidad de diálogo fuera de lo común. Sorprendida, vio en Carlos todo el potencial para convertirse en un gran profesionista del derecho y se lo hizo saber.

Este evento marcaría el inicio de un nuevo capítulo en la vida de Carlos. Inspirado en las palabras de la abogada, comenzó un acercamiento con el derecho a través de lecturas y testimonios, descubriendo una vocación que no había considerado antes, pues alguna vez había acariciado la idea de convertirse en un importante biólogo marino. Así que poco a poco en su mente y corazón fueron ganando espacio esos sueños de imaginarse en tribunales abogando para causas que él considera justas.

Una historia personal que dictó su destino

Al cuestionar el motivo por el que decidió especializarse en derecho internacional de familia, específicamente en la restitución internacional de menores, comparte que, si bien al principio se dio de manera orgánica al ser el derecho internacional su asignatura favorita, definitivamente fue por su propia vivencia en la infancia, lo que realmente pesó para abordar esa especialidad.

En 1975, su padre lo retuvo ilícitamente junto con su hermano mayor en Estados Unidos, y un año después, su madre los trasladó ilícitamente a México. Desde entonces perdió contacto con su padre.

Haber vivido en carne propia esta forma de violencia cuando era un niño pequeño, hizo que se dedicara en cuerpo y alma a luchar por los derechos de niñas, niños y adolescentes sustraídos de forma ilícita. En sus palabras, ser víctima de este crimen cometido con mucha frecuencia por padre y madre es algo que me indigna en exceso.

Por lo tanto, desde el año 2000, ha litigado con éxito numerosos casos enmarcados por la Convención de la Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. Desde su punto de vista, reintegrar a un menor a su lugar de residencia habitual en las mejores condiciones y la seguridad requerida, ha sido una de sus mayores satisfacciones.

En pos de un sueño

En 1998, y después de posponerlo durante seis años, Carlos tomó la decisión de mudarse a Estados Unidos, y es que, cuando estaba en la universidad, uno de sus sueños era aprender inglés para poder trabajar en algún consulado mexicano. Abandonó las comodidades en las que vivía a fin de triunfar en el extranjero, aunque tuviera que comenzar de cero.

El Consulado de México en Seattle fue donde le dieron la oportunidad, y entre sus primeros retos como empleado consular en una corte federal, fue precisamente atender un caso de restitución internacional de menores. Este hecho significaría un antes y un después en su carrera; él pudo verse en esos niños, como víctima de un acto tan atroz como lo es un secuestro internacional. El caso fue todo un éxito y eso definió el futuro de su vocación profesional.

Cabe resaltar que, de igual manera, se dio cuenta que aún hay mucho por hacer en esta materia, pues aún una gran parte de las autoridades en todos los niveles desconocen el contenido y la esencia de la Convención de La Haya, así como la aplicación de la Guía de Buenas Prácticas, además de la insensibilidad de los involucrados que ven a niñas, niños y adolescentes como objetos y no como sujetos de derechos. Esto abrió una nueva puerta hacia la concientización, dictando conferencias alrededor del mundo sobre este tema.

Ágora juristas: firma visionaria

Después de años de preparación, Carlos consolidó su exitosa trayectoria fundando Ágora Juristas S.C., despacho de gran renombre por su especialización en temas complejos como el derecho de familia, derecho internacional de familia y la restitución internacional de menores con especial énfasis en derechos humanos, un área que el profesional domina por su experiencia, preparación académica y su pasión por defender a los más vulnerables.

Bajo el lema “Pensamos Derecho”, el despacho se ha posicionado como un referente nacional e internacional, convirtiéndose en un espacio para la práctica del derecho con rigor y ética. Con valores como la lealtad, confidencialidad, profesionalismo, confiabilidad y excelencia, la reputación de la firma no ha sido producto de la casualidad, sino de un trabajo arduo y constante que siempre está del lado de la justicia.

Carlos comparte que la identidad de Ágora Juristas S.C. ha sido construida con base en la especialización, por lo que cuenta con un equipo de profesionales del derecho dedicados a brindar a sus clientes soluciones en derecho de familia, penal, laboral, administrativo, mercantil y civil. Cada uno de sus colaboradores comparten la misma perspectiva de derechos humanos.

Asimismo, la labor de Carlos trasciende los tribunales, pues ha participado activamente en la docencia, impartiendo cursos y conferencias en México y otros países. Para él, la academia y la práctica no pueden ir separadas, ya que un abogado deberá fusionar litigio y actualización constante para lograr el éxito en sus casos.

Detrás del profesional

Hombre de familia cálido y dedicado, ha sabido lograr un equilibrio en su vida personal y profesional. Aunque su agenda le exige viajar constantemente, comparte con gran orgullo que sus hijos, Nidia, Alexander y Frida, son su fuente de inspiración.

Por otra parte, el saber que su labor profesional es la correcta para que niñas, niños y adolescentes tengan la oportunidad de conservar el vínculo con su padre y madre, le brinda la fuerza necesaria para seguir abogando por sus derechos.

Con la franqueza que lo caracteriza, también comparte que durante su trayectoria se ha encontrado con mucha gente que normaliza la violencia, incluso las autoridades, que siguen sin entender los tipos de violencia e interpretarlos de forma correcta, y es algo que detesta, en especial si los involucrados son personas indefensas como las mujeres y los niños. Es por ello que sigue de pie comprometido con su profesión al servicio de estas comunidades.

Carlos aprovecha este espacio para motivar a las nuevas generaciones de profesionales del derecho que salgan de su zona de confort para triunfar y trascender. No será fácil, pero la satisfacción de actuar con ética y pasión, será el motor que los seguirá impulsando a dejar una huella indeleble en nuestra sociedad

“Sal de tu zona de confort para lograr el éxito profesional”

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Ágora Juristas

¡Escucha esta entrevista en “Las dos caras del emprendimiento”! Disponible en: