Fusiona la ciencia con el arte para hacer de su trabajo una poderosa herramienta de transformación personal
Originario de Guadalajara, Randall Herrera ha consolidado una exitosa trayectoria en León dentro del ámbito de la Medicina Estética. Reconocido por su atención profesional, ética y personalizada, es un incansable defensor de una estética consciente y natural, por lo que se ha convertido en un referente en lo que mejor sabe hacer: cambiar vidas desde una perspectiva humana, ayudando a recuperar la confianza y bienestar de sus pacientes con procedimientos avanzados y tecnología de última generación.
¿Cómo decides emprender tu propio consultorio?
Cuando abrí mi primer consultorio, era un pequeño cuarto dentro de una estética que tenía una prima. No era el lugar más adecuado, pero yo no tenía dinero, de hecho, le tuve que pedir una tarjeta de crédito a mi gemelo para comprar mi primer escritorio, mis muebles, pinté las paredes y adapté el espacio yo mismo, ahí inicié hace nueve años.
Recuerdo que para atraer a mis primeros clientes tuve que confiar en mí mismo y en mi trabajo. Después de estudiar un máster en Medicina Estética en España, regresé con poco dinero, pero conocía a mucha gente aquí en León, antes la ciudad era más pequeña y todos nos conocíamos, además, comencé a subir contenido a mis redes sobre mi trabajo y los cambios que hacía en influencers locales, quienes me permitieron mostrar sus fotos. Me fui dando a conocer y más personas comenzaron a venir.
¿Cuál ha sido el caso que más te ha conmovido a lo largo de tu trayectoria?
Fíjate que muchas personas que vienen a hacerse un procedimiento estético tienen problemas emocionales, desde depresión hasta situaciones personales. He tenido casos de pacientes que llegan muy mal y al ver los resultados, terminan llorando y me comparten que el procedimiento cambió sus vidas y se sienten más felices.
Es importante dar a conocer que la medicina estética no es un tema superficial, pues tiene un impacto real en la autoestima y bienestar emocional, por eso es crucial realizarla con ética, respeto y con las medidas adecuadas para evitar abusos y complicaciones.
Como experto, ¿qué esperas de la medicina estética este año?
Yo soy súper pro de la medicina regenerativa. Me impresiona todo lo que se está logrando con la inteligencia artificial en este campo; cada mes aparecen nuevas investigaciones y avances sorprendentes. Estaba leyendo un artículo científico que me dejó con la boca abierta, porque ya existen plataformas capaces de hacer diagnósticos con solo ingresar datos del paciente.
La inteligencia artificial ya es tan perfecta, que puedes subir una foto del paciente y decirle: ¿qué hago? Y es realmente impresionante que te sugiera tratamientos estéticos personalizados, como elevar las cejas de esta manera o ponerle pómulo porque tiene el arco cigomático hundido, basándose en la estructura facial.
Soy un fiel seguidor de la tecnología y de la medicina regenerativa, especialmente porque permiten mejorar la estética sin recurrir a productos dañinos o que puedan provocar después una complicación. Las personas pueden verse mejor utilizando métodos que respeten el cuerpo, procedimientos seguros, efectivos y éticos que resalten la belleza natural sin poner en riesgo la salud.
¿Qué sigue para ti en tu carrera profesional?
Lo más importante en la medicina estética es evolucionar constantemente. Cada año asisto a los mejores congresos nacionales e internacionales para mantenerme actualizado. Además, he equipado mi clínica con tecnología de alta gama proveniente de Corea, Israel, Estados Unidos, entre otros, para ofrecer el mejor servicio posible. Mantenerse a la vanguardia no solo es cuestión de tecnología, sino también de formación continua.
¿Qué le dirías a alguien que desee tener una trayectoria como la tuya?
Que trabajes y se esfuercen por cumplir tus objetivos. Actualmente, no solo soy médico, también soy empresario, pues tengo negocios con mi hermano. Creer en mí me ha llevado hasta donde estoy, así que ese es el consejo que les doy: crean en ustedes.